Estilo de vida y remedios caseros – Si sueles experimentar reiterados episodios de mareo, considera estos consejos:
Ten en cuenta que puedes perder el equilibrio, lo que puede provocar que te caigas y te lesiones seriamente. Evita los movimientos repentinos y camina con un bastón para conservar la estabilidad, si es necesario. Acondiciona tu hogar para que sea a prueba de caídas mediante la eliminación de obstáculos con los que puedes tropezar, como alfombras y cables eléctricos al descubierto. Utiliza alfombras antideslizantes en los pisos del baño y la ducha. Usa una buena iluminación. Siéntate o acuéstate de inmediato cuando te sientas mareado. Mantente acostado sin moverte con los ojos cerrados en una habitación oscura si estás atravesando un episodio serio de vértigo. Evita conducir el automóvil u operar máquinas pesadas si experimentas mareos frecuentes imprevistos. Evita consumir cafeína, alcohol, sal y tabaco. El uso excesivo de estas sustancias puede empeorar tus signos y síntomas. Bebe suficiente líquido, ten una dieta saludable, duerme lo necesario y evita el estrés. Si tus mareos son provocados por un medicamento, habla con tu médico para interrumpir o disminuir la dosis. Si los mareos van acompañados de náuseas, prueba un antihistamínico de venta libre (sin prescripción médica), como meclizina o dimenhidrinato (Dramamine). Estos pueden causar somnolencia. Los antihistamínicos que no causan somnolencia no son tan efectivos. Si tus mareos son causados por un exceso de calor o deshidratación, descansa en un sitio fresco y bebe agua o una bebida deportiva (Gatorade, Powerade, otros).
¿Qué hacer para quitar rápidamente el mareo?
Consejos y remedios caseros – Si sueles experimentar reiterados episodios de sensación de mareo, debes considerar estos consejos para descartar algunas de los mareos causas mencionadas más arriba:
- Ten mucho cuidado, puedes perder el equilibrio y caerte al suelo, lo que podría provocarte serias lesiones.
- Acondiciona tu hogar para que esté libre frente a posibles caídas, elimina los obstáculos innecesarios con lo que puedas tropezar como alfombras, cables, adornos Utiliza alfombras antideslizantes en el baño y ten siempre una buena iluminación,
- Evita los movimientos rápidos y repentinos y camina con ayuda de un bastón si fuese necesario para conservar la estabilidad.
- Evita tomar cafeína, alcohol, tabaco o sal, el uso de estas sustancias puede empeorar mucho los síntomas.
- Bebe suficiente agua y mantén una dieta sana y equilibrada, Duerme las horas necesarias, si es posible no menos de 8, y evita el estrés.
- Siéntate o acuéstate en cuanto sientas el mareo, así evitarás desplomarte. Cierra los ojos y permanece acostado en una habitación a oscuras si estás atravesando un episodio de vértigo.
- Si tus mareos son provocados por un medicamento, consulta con tu médico para interrumpir o disminuir las tomas.
- No es conveniente que conduzcas en este estado ni operes con maquinaria pesada si experimentas mareos frecuentes e imprevistos.
- Si los mareos van acompañados de náuseas, prueba a tomar un antihistamínico de venta libre, Pero cuidado, suelen causar somnolencia.
- En caso de que tus mareos estén causados por un exceso de calor o por deshidratación, descansa en un lugar fresco y bebe bastante agua o una bebida deportiva para proporcionarte sales minerales. Así conseguirás eliminar la sensación de mareo.
¿Cómo quitar el mareo en 5 minutos?
Té de jengibre – La investigación publicada en Journal of Acupuncture and Tuina Science encuentra que la raíz de jengibre puede reducir los efectos del vértigo mejor que únicamente el reposicionamiento manual, como la maniobra de Epley. Puedes colocar raíz de jengibre en una taza de agua hirviendo durante 5 minutos.
¿Por qué me siento mareado?
Un mareo se presenta cuando al cerebro no está llegando suficiente sangre, lo cual puede suceder si: Se presenta una disminución repentina en la presión arterial. Su cuerpo no tiene suficiente agua (deshidratado) a causa del vómito, la diarrea, la fiebre o otras afecciones.
¿Por qué te sientes mareado?
En algunas personas, especialmente en personas mayores, la presión arterial desciende en exceso cuando se sientan o se levantan (un trastorno denominado hipotensión ortostática o postural). En cuestión de segundos o en pocos minutos tras ponerse de pie (sobre todo después de que se haya estado en cama o sentado durante mucho tiempo) se producen los síntomas consistentes en desmayo, aturdimiento, mareos, confusión o visión borrosa, aunque estos se resuelven rápidamente cuando la persona afectada se acuesta.
- Sin embargo, algunas personas se caen, se desmayan, o muy rara vez sufren una convulsión breve.
- Los síntomas suelen ser más frecuentes y más intensos después de hacer ejercicio, haber consumido alcohol y/o una comida pesada o ambos o bien sufrir una deficiencia de líquido ( deshidratación Deshidratación La deshidratación es una carencia de agua en el organismo.
La deshidratación puede ser consecuencia de vómitos, diarrea, sudoración excesiva, quemaduras, insuficiencia renal e ingesta de diuréticos. obtenga más información ). Algunas personas jóvenes experimentan síntomas similares al ponerse de pie, pero sin llegar a tener una disminución de la presión arterial.
- A menudo, su frecuencia cardíaca aumenta (taquicardia) más de lo normal al ponerse de pie, por lo que este trastorno se llama síndrome de taquicardia postural ortostática (orthostatic tachycardia syndrome, POTS).
- La razón por la cual estas personas se sienten mareadas a pesar de tener la presión arterial normal no está clara.
Muchos trastornos pueden alterar la regulación de la presión arterial y causar mareos al ponerse de pie. Estos trastornos pueden deberse a
Disfunción del sistema nervioso autónomo debido a trastornos o fármacos Disminución de la capacidad del corazón para bombear la sangre Disminución del volumen sanguíneo (hipovolemia) Respuestas hormonales defectuosas
Las causas varían en función de si los síntomas son de reciente aparición o han estado presentes desde hace tiempo. Las causas más comunes de mareos de comienzo reciente al ponerse de pie incluyen
Disminución del volumen de sangre (como consecuencia de deshidratación o pérdida de sangre) Fármacos o sustancias Reposo prolongado en cama Poca actividad de las glándulas suprarrenales (insuficiencia suprarrenal)
Las causas más comunes de mareos al ponerse de pie presentes durante mucho tiempo (crónicos) incluyen
Cambios en la regulación de la presión arterial relacionados con la edad Fármacos o sustancias Disfunción del sistema nervioso autónomo
Los sujetos con mareos o aturdimiento al ponerse de pie a menudo se recuperan rápidamente cuando se sientan y, a continuación, se vuelven a poner en pie lentamente. Sin embargo, por lo general es importante determinar qué está causando el mareo. La siguiente información puede ayudar a decidir cuándo es necesaria la evaluación por un médico y a saber qué esperar durante ésta.
Sangre en las heces o heces negras, alquitranadas Síntomas del sistema nervioso, tales como dificultad para caminar y/o mala coordinación o equilibrio Caída o desmayo Dolor o molestias torácicos
Las personas con signos de alarma deben acudir al servicio de emergencias de inmediato. Si se tienen episodios frecuentes o persistentes de mareos al ponerse de pie se debe ver a un médico cuando sea práctico. Normalmente, un retraso de aproximadamente una semana no es perjudicial.
Las personas que tienen solo episodios ocasionales de mareos al ponerse de pie deben llamar a su médico. El médico decidirá si es necesario, y con cuánta rapidez, ver a la persona en función de los otros síntomas y antecedentes médicos. Primero el médico pregunta acerca de los síntomas del paciente y su historial clínico.
A continuación, realiza una exploración física. Los antecedentes clínicos y la exploración física a menudo sugieren la causa de los mareos y las pruebas que pueden ser necesarias. El médico pregunta
¿Desde hace cuánto tiempo se producen los mareos? Si el paciente se ha desmayado o ha caído durante un episodio de mareo Si ha experimentado situaciones que se sabe que causan mareos (como el reposo en cama o la pérdida de líquidos) Si el paciente tiene alguna enfermedad (como diabetes, enfermedad de Parkinson, o cáncer) que pueda causar mareos Si el paciente está tomando algún fármaco (por ejemplo, un antihipertensivo) que puede causar mareos
A continuación el médico realiza una exploración física. El sujeto se acuesta durante 5 minutos, y luego se mide la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Se le vuelve a medir la presión arterial y la frecuencia cardíaca después de ponerse de pie o sentarse durante 1 minuto, y de nuevo después de estar de pie o sentado durante 3 minutos. Si se sospecha que un fármaco es el que está causando el mareo, se puede pedir al sujeto que deje de tomar el fármaco y observe si también cesa el mareo, lo que confirmaría la causa. Siempre que sea posible se trata la causa, incluyendo cambiar o suspender cualquier fármaco causante.
Sin embargo, muchas causas no se pueden curar, y las personas afectadas deben adoptar medidas para disminuir sus síntomas. Estas incluyen cambios de estilo de vida y tratamiento farmacológico. Las personas que requieren reposo prolongado en cama deben sentarse cada día y hacer ejercicio en la cama cuando sea posible.
Cuando el sujeto está acostado o sentado debe levantarse despacio y con cuidado. En general, es útil consumir cantidades adecuadas de líquidos, limitar o evitar el alcohol y, cuando sea factible, hacer ejercicio con regularidad. El ejercicio regular de intensidad moderada aumenta el tono muscular de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que reduce la acumulación de sangre en las piernas.
- Puede ser beneficioso dormir con la cabecera de la cama elevada.
- En algunos pacientes el aumento de la ingesta de sal puede aumentar la retención de agua y disminuir los síntomas.
- El médico puede recomendar el aumento del consumo de sal salando generosamente los alimentos o tomando tabletas de cloruro de sodio.
Sin embargo, el aumento de la ingesta de sal no es aconsejable en personas con trastornos cardíacos. Se puede administrar fludrocortisona, un fármaco que ayuda a retener sal y agua y así prevenir el descenso de la presión arterial cuando el paciente se pone de pie.
Sin embargo, este medicamento puede causar hipertensión cuando el paciente se tumba, insuficiencia cardíaca y niveles bajos de potasio en sangre. A veces se combina propranolol u otro betabloqueante con fludrocortisona. Midodrina es un fármaco que estrecha las arterias y las venas, lo que ayuda a prevenir la acumulación de sangre.
Los efectos secundarios incluyen sensación de hormigueo o entumecimiento y prurito. Este medicamento no se recomienda en personas afectadas por enfermedad de las arterias coronarias o enfermedad arterial periférica. Otros medicamentos como los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), droxidopa, piridostigmina y octreotide pueden ayudar en algunos casos.
- Aproximadamente el 20% de las personas de edad avanzada sufren mareos o aturdimiento al ponerse de pie.
- Es más común entre las personas con trastornos coexistentes, especialmente hipertensión, y entre los residentes en centros de crónicos.
- Muchas caídas pueden deberse a mareos al ponerse de pie.
- Los ancianos deben evitar estar de pie de forma prolongada.
El aumento de la incidencia en las personas mayores se debe a la disminución de la capacidad de respuesta de los receptores que regulan la presión arterial además del aumento de rigidez en la pared arterial, que hace que sea más difícil para las arterias movilizar más sangre para aumentar la presión arterial.
Por lo general, los mareos o aturdimiento al ponerse de pie implican una disminución en el volumen de líquido corporal o una disfunción del sistema nervioso autónomo. El envejecimiento a menudo causa cierto grado de disfunción del sistema nervioso autónomo, por ello el médico explora a las personas afectadas para comprobar que no existen trastornos del sistema nervioso. La prueba de la mesa basculante es una prueba común para valorar el funcionamiento del sistema nervioso autonómo. El tratamiento consiste en medidas físicas para reducir la acumulación venosa, ejercicio regular, y, a veces, aumento de la ingesta de sal fludrocortisona y/o midodrina.
¿Qué fruta es buena para el mareo?
¿Qué fruta quita el vértigo? Frutas como los limones y los arándanos, que son ricas en vitamina C y antioxidantes, contribuyen a quitar el vértigo. También son de ayuda los aguacates por ser una gran fuente de potasio, mineral que reduce la presión arterial.
¿Cuánto tiempo puede durar el mareo?
¿Qué son los mareos? – El mareo es la sensación de falta de equilibrio o inestabilidad. Las causas comunes del mareo son un desequilibrio del líquido del oído interno o la falta de oxígeno en su sangre. Los mareos pueden ser agudos (durar 3 días o menos) o crónicos (durar más de 3 días). Usted puede llegar a tener episodios de mareo que duran de segundos a unas horas.
¿Qué diferencia hay entre el vértigo y el mareo?
Mareo | Vértigo | MedlinePlus en español Usted esta aquí: https://medlineplus.gov/spanish/dizzinessandvertigo.html Cuando se siente mareado, puede sentirse aturdido, confundido o desorientado. Si siente que la habitación está girando, tiene vértigo. Ambas sensaciones pueden hacerle perder el,
- El mareo puede tener muchas causas diferentes.
- Una caída brusca de la o estar puede hacer que se sienta mareado.
- Muchas personas se sienten mareadas si se levantan demasiado rápido cuando están sentadas o acostadas.
- Las medicinas pueden causar mareos o problemas en el,
- La también puede provocar mareos.
A veces, el mareo puede ser un síntoma de otras enfermedades. A medida que las personas envejecen, pueden tener más problemas de salud y tomar más medicamentos. Esto los hace más propensos a tener problemas de mareos y o del equilibrio. Por lo general, los mareos se mejoran por sí mismos o se tratan fácilmente.
(Asociación Americana de Fisioterapia) – PDF
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¿Qué empeora el vértigo?
Alimentos a evitar –
Algunos alimentos pueden empeorar los síntomas del vértigo, especialmente aquellos ricos en sal. La sal puede afectar la cantidad de líquido en el oído interno, lo que puede provocar mareo o vértigo. Es importante evitar los alimentos procesados y enlatados, que a menudo son ricos en sal. También se deben evitar las bebidas alcohólicas y la cafeína, que pueden tener un efecto diurético y aumentar la cantidad de líquido en el cuerpo.
¿Cómo se toma el limón para el mareo?
¿Cómo tomar el limón para el mareo? Tomar limón a diario puede aliviar los síntomas relacionados con el mareo, ya que esta fruta estimula las secreciones biliares y favorece las defensas del organismo. Añádela a tu dieta bebiendo un vaso de zumo de limón.
¿Qué fruta es buena para el mareo?
Manzana – La es una gran opción para aliviar la sensación de mareo producida por los vértigos o, incluso, para evitar en la medida de lo posible tenerlos. Nos ayuda a tener el estómago lleno y saciado gracias a su alto contenido en fibra, además de ser muy fácil de digerir. Por eso, es un alimento que no puede faltar cuando te vas de viaje o si eres propenso a padecer mareos.
¿Cuál es la mejor medicina para el vértigo?
Vértigo. Tratamiento farmacológico | Offarm Médicos y farmacéuticos, como profesionales de la atención primaria en salud, reciben frecuentemente consultas sobre vértigo, un síntoma que puede relacionarse con distintas condiciones patológicas. Se analiza aquí brevemente su tipología y las opciones de tratamiento medicamentoso disponibles para su resolución.
El vértigo es un síntoma de considerable prevalencia -afecta al 23% de la población general- y un motivo de consulta frecuente en atención primaria. La prevalencia de vértigo de origen vestibular aumenta con la edad y es causa frecuente de ausencia laboral, permanencia en el hogar e interrupción de la actividad cotidiana por sus síntomas.
Este trastorno requiere un diagnóstico diferencial, pero un elevado porcentaje de pacientes queda al margen de un diagnóstico preciso, recibiendo un tratamiento inapropiado o inadecuado. Con todo ello, la mayoría de los desórdenes vestibulares tienen una causa benigna, toman un curso natural favorable y responden positivamente a la terapia.
- Es precisamente el tratamiento farmacológico el objeto de revisión en este artículo.
- El farmacéutico comunitario debe conocer a fondo las opciones de tratamiento disponibles para orientar bien al paciente sobre posología, posibles efectos adversos, interacciones y todos los factores que pueden contribuir a un resultado terapéutico correcto y seguro.
MECANISMO DE PRODUCCIÓN DEL SÍNTOMA DE VÉRTIGO El vértigo es un síntoma de alarma que se define como la sensación alucinatoria del movimiento producida como consecuencia de una alteración de la orientación en el espacio. La orientación espacial y el mantenimiento del equilibrio son el resultado de la integración, en la corteza cerebral asociativa, de información procedente del sistema vestibular del oído interno, del sistema propioceptivo (somatosensorial) y del sistema óptico.
La lesión de los receptores, de sus vías aferentes o de los centros de integración y elaboración de la información dan lugar a alteraciones en la percepción de las relaciones del organismo con el espacio exterior, lo que habitualmente se manifiesta como una sensación vertiginosa. El vértigo, por tanto, constituye una expresión subjetiva de la orientación espacial perdida.
El origen del vértigo suele estar, bien en las estructuras del oído interno, bien en alguna localización a lo largo de la vía vestibular dentro del sistema nervioso central (SNC). El vértigo fisiológico se presenta en individuos sanos, como resultado de una excitación no habitual, a la que no está adaptado el sistema de orientación espacial y de equilibrio.
- Sus formas más comunes son la cinetosis, el vértigo optocinético (por la recepción de estímulos visuales en movimientos continuados y que se suceden de un modo regular), por autorrotación, etc.
- En ocasiones, el síntoma del vértigo anuncia una enfermedad grave, como la esclerosis múltiple, un tumor intracraneal o una forma focal de epilepsia.
A veces es un síntoma de otras enfermedades (diabetes, mastoiditis, migraña) cuyo tratamiento racional elimina el síntoma. SINTOMATOLOGÍA DEL CUADRADO DE VÉRTIGO La sintomatología del cuadro vertiginoso es muy molesta y extraordinariamente desagradable, y aunque no es grave, puede llegar a ser muy incapacitante.
- Las personas afectadas refieren sensaciones múltiples.
- Con frecuencia la sensación fundamental es de giro o de rotación, y se acompaña invariablemente del llamado nistagmo, que se define como un movimiento involuntario e incontrolable de los ojos que puede ser horizontal, vertical, rotatorio, oblicuo o una combinación de estos.
El cuadro suele también presentarse con síntomas vegetativos como náuseas, vómitos, taquicardia, sudoración profusa, aumento del ritmo respiratorio e hipotensión. Pueden producirse, además, síntomas auditivos como sensación de pitido en el oído o sordera.
CLASIFICACIÓN DEL VÉRTIGOLos síndromes vertiginosos se clasifican en dos grandes grupos —vértigo periférico y vértigo central-, atendiendo al sistema de información que se vea alterado: VÉRTIGO PERIFÉRICO
Entre las posibles causas de vértigo periférico destacan las lesiones laberínticas como la enfermedad de Ménière, los traumatismos craneales, las laberintitis o inflamaciones del laberinto secundarias a infecciones víricas, meningitis u otitis complicadas, o bien fármacos (aminoglucósidos, furosemida) o alcohol.
Otras causas son el vértigo posicional paroxístico, las neuritis vestibulares tras infecciones respiratorias altas y tumores como el neurinoma del acústico. El inicio suele ser brusco e intenso, en forma de episodios autolimitados, con intensos síntomas vegetativos y exacerbación de los síntomas con el movimiento de la cabeza.
Pueden presentarse síntomas auditivos con más frecuencia, mientras que otros síntomas neurológicos son poco frecuentes. El nistagmo suele ser horizontal-rotatorio con la fase rápida al lado contrario de la lesión y mejora con la fijación de la mirada.
Las tres primeras causas de vértigo vestibular periférico son: VÉRTIGO POSICIONAL PAROXÍSTICO BENIGNO El vértigo posicional paroxístico benigno se define como la aparición de episodios breves de vértigo provocados por los cambios de posición, generalmente al girar en la cama, al acostarse o incorporarse, al inclinarse, enderezar o extender el cuello, y que se reproducen al adoptar la posición desencadenante.
Es la causa más común de vértigo periférico. Este trastorno puede deberse a lesión cefálica, laberintitis viral u oclusión vascular o, más comúnmente, presentarse como un fenómeno idiopático. Parece ser que se produce un desprendimiento de otolitos del sáculo o el utrículo, que se desplazan hacia el conducto semicircular posterior, y al moverse libremente, obstruyen el flujo de la endolinfa y su absorción.
- El vértigo posicional paroxístico benigno suele mejorar con maniobras de reubicación canalicular.
- La enfermedad es de resolución espontánea, y el paciente se recupera por completo en el plazo aproximado de tres meses.
- LOS ANTICOLINÉRGICOS DISMINUYEN LA DESCARGA ESPONTÁNEA DE LOS NÚCLEOS VERTIBULARES Y, POR TANTO, REDUCEN LA REACCIÓN A LA ESTIMULACIÓN VESTIBULAR SÍNDROME DE MÉNIÈRE Es la segunda causa más frecuente de vértigo vestibular periférico.
Se caracteriza por ataques espontáneos recurrentes de vértigo, pérdida de oído fluctuante, tinnitus y plenitud aural. El ataque de vértigo alcanza una intensidad máxima a los pocos minutos del inicio y luego cede lentamente en las siguientes horas. El paciente percibe una sensación de inestabilidad y mareo después de un episodio agudo.
- En la mayoría de los casos el síntoma se puede localizar en el oído afectado debido a molestias auditivas.
- En etapas iniciales, la hipoacusia (sordera) neurosensorial es de baja frecuencia y completamente reversible, pero en etapas tardías se observa hipoacusia residual y puede afectar a las frecuencias media y alta.
El síndrome llega a una fase de extinción que da lugar a hipoacusia permanente grave pero cese del vértigo. La correlación patológica se establece por una excesiva acumulación de endolinfa que produce hidropesía. A medida que aumenta el volumen de endolinfa, el laberinto membranoso se expande hasta romperse, produciendo hipoacusia y vértigo.
- El tratamiento está dirigido, principalmente, a prevenir los cambios osmóticos en la endolinfa.
- Los medicamentos, como vasodilatadores y diuréticos, son útiles en muchos pacientes.
- Se recomienda el seguimiento de una dieta baja en sodio y la restricción del consumo de cafeína y tabaco.
- También se recomienda el tratamiento específico de cualquier alergia subyacente mediante inmunoterapia o la supresión de alergenos alimentarios.
Este tratamiento suele ser insuficiente para el control de los episodios de vértigo por lo que se hace necesario un procedimiento quirúrgico. NEURITIS VESTIBULAR Es la tercera causa más frecuente de vértigo vestibular periférico. Se presenta con vértigo rotacional grave y súbito que puede durar varios días.
Las náuseas y los vómitos son comunes, sin embargo, no hay hipoacusia u otros signos neurológicos focales. Puede persistir inestabilidad residual durante varias semanas una vez que el vértigo cede, mientras que en los ancianos puede persistir durante meses. Alrededor del 50% de los enfermos refieren haber padecido una infección de las vías respiratorias superiores pocas semanas antes del inicio del vértigo.
Estudios histopatológicos revelan atrofia de uno o más troncos nerviosos vestibulares y de los órganos de los sentidos. El tratamiento consiste en la administración de supresores vestibulares, antieméticos e hidratación adecuada para el vómito prolongado.
LOS CORTICOIDES SE EMPLEAN CON EL OBJETIVO DE REDUCIR EL COMPONENTE INFLAMATORIO DE LA NEURITIS VESTIBULAR DE ORIGEN INFECCIOSO, ESPECIALMENTE LAS VIRÁSICAS VÉRTIGO CENTRAL Entre las posibles causas del vértigo central destacan la esclerosis múltiple, el accidente cerebrovascular, las neuropatías que afectan a los nervios craneales, la epilepsia temporal, los tumores de la fosa posterior y ángulo pontocerebeloso y la isquemia transitoria del tronco cerebral por afección del territorio vertebrobasilar.
En ocasiones el vértigo puede aparecer como preámbulo de una crisis migrañosa o en la migraña basilar, así como debido a algunos fármacos como fenitoína, quinidina, amino-glucósidos, etc. El vértigo central suele ser más insidioso y constante, de menor intensidad y no se relaciona con los movimientos de la cabeza; los síntomas vegetativos son más leves y pueden acompañarse de otras deficiencias neurológicas.
No suele haber síntomas auditivos. El nistagmo no es tan característico como en la afectación periférica. NEUROTRANSMISORES EN LA TRANSMISIÓN VESTIBULAR El tratamiento farmacológico del vértigo se basa en la manipulación mediante fármacos de los neurotransmisores que intervienen en la transmisión vestibular.
El reflejo vestibulocular está dirigido por un arco de tres neuronas entre las células ciliadas vestibulares y los núcleos oculomotores. Las sinapsis que intervienen son de carácter colinérgico, monoaminérgico y glutamatérgico, tanto en los circuitos periféricos como en los centrales.
Los receptores colinérgicos de tipo muscarínico se encuentran abundantemente en los núcleos vestibulares del bulbo y la protuberancia. El ácido gammaaminobutírico (GABA son las siglas en inglés que se usan habitualmente) actúa como neurotransmisor inhibidor en las conexiones entre las neuronas vestibulares y las neuronas oculomotoras.
Los receptores de histamina H1 y H2 están ampliamente distribuidos en las células vestibulares. Además, la noradrenalina y la dopamina intervienen en la modulación de la actividad vestibular. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO El tratamiento del vértigo está dirigido a estabilizar las fluctuaciones patológicas de la función vestibular periférica y a promover una compensación central si existe un déficit permanente de la función vestibular.
- Los fármacos se administran con la finalidad de amortiguar la actividad vestibular descompensada.
- Su eficacia es sintomática, ya que no suprimen la causa que origina el vértigo, sino que únicamente atenúan el desequilibrio originado por la disfunción vestibular; por eso también son denominados supresores vestibulares.
Se pueden dividir en dos grupos: • Modificadores de la transmisión nerviosa en la vía vestibular, mediante el bloqueo de receptores de neurotransmisores que intervienen en dicha transmisión. Se incluyen en este grupo fármacos con actividad antihistamínica o anticolinérgica, o ambas simultáneamente.
- Fármacos cuyo mecanismo de acción se basa en la etiología productora de vértigo.
- Se incluyen en este grupo: vasodilatadores, diuréticos para disminuir la presión del líquido intralaberíntico, antibacterianos para erradicar la infección del oído, corticoides para disminuir la inflamación laberíntica cuando existe infección virásica y ansiolíticos para reducir la ansiedad producida por el ataque de vértigo.
La estrategia para decidir qué fármaco debe utilizarse se basa en el conocimiento de sus efectos, de la gravedad del episodio de vértigo y su evolución. Independientemente del fármaco utilizado es preciso seguir estrechamente al paciente para detectar cualquier efecto secundario lo más precozmente posible y reducir la dosis o eliminarlo lo antes posible para impedir interferencias en el proceso de compensación.
ANTIHISTAMÍNICOS Los antihistamínicos H1 de primera generación, de estructura diversa, suelen presentar también una acción anticolinérgica y sedante. La suma de las tres acciones (antihistamínica, anticolinérgica y sedante) posiblemente contribuya a su eficacia antivertiginosa. El bloqueo de los correspondientes receptores parece alterar la transmisión en algún punto del sistema vestibular.
Se utilizan el clorhidrato de meclizina, el dimenhidrinato y la difenhidramina (pertenecientes al grupo de las etanolaminas); de ellos la meclizina es la más eficaz para los vértigos, náuseas y vómitos. Se ha demostrado que estos fármacos reducen los síntomas de pacientes con vértigo de causa central o periférica.
Sus efectos secundarios son los típicos de los antihistamínicos y antimuscarínicos, a lo que se añade la sedación, que, sin embargo, puede ser beneficiosa para aplacar el cuadro de vértigo. La cinarizina y la flunarizina, que se utilizan ampliamente en los síndromes de mareo y vértigos del anciano, además de acción antihistamínica también poseen acción antagonista del calcio, si bien no se conoce en qué grado participan una y otra.
Parece más probable que influyan en mayor grado las modificaciones que se generan como consecuencia del bloqueo de los canales de calcio en las células sensoriales del laberinto. En la enfermedad de Ménière su eficacia es variable según la etapa y la evolución de la condición.
- En el vértigo debido a insuficiencia vertebrobasilar pueden ocasionar alguna mejoría objetiva y subjetiva.
- Ambas se emplean por vía oral.
- La flunarizina posee una vida media mucho mayor que la de la cinarizina, de forma que puede tardar hasta dos meses en alcanzar el nivel estable.
- Ambas producen sedación y aumento de peso, y a largo plazo pueden producir un cuadro parkinsoniano en el anciano, ya que poseen cierta actividad antidopaminérgica.
ANTICOLINÉRGICOS Los anticolinérgicos disminuyen la descarga espontánea de los núcleos vestibulares y, por tanto, reducen la reacción a la estimulación vestibular. Se utilizan principalmente la escopolamina y la homatropina. Bloquean todos los subtipos de receptores muscarínicos, tanto periféricos como centrales, ya que atraviesan la barrera hematoencefálica.
De esta manera, alteran la transmisión en los núcleos vestibulares, así como en las aferencias que provienen de la formación reticular. Los efectos anticolinérgicos tras la ingestión oral de escopolamina duran unas 4 horas, sin embargo, la formulación transdérmica de parche que se aplica detrás del pabellón auricular produce una liberación lenta que origina niveles estables que se mantienen durante unos 3-4 días.
Las principales reacciones adversas son la confusión mental y los síntomas delirantes que se originan sobre todo en el anciano; junto a ello, sequedad de boca, dificultad de acomodación ocular, estreñimiento, dificultades de la micción, cuadros de hipertensión ocular (en glaucomas).
La escopolamina, por vía oral, parenteral o transdérmica, es el fármaco más eficaz para evitar y tratar la cinetosis. ANTIDOPAMINÉRGICOS Su eficacia es particularmente clara en el tratamiento sintomático de las náuseas y los vómitos que pueden acompañar al vértigo y a la cinetosis. Destaca la sulpirida, con estructura de benzamida, que es un antagonista específico de receptores dopaminérgicos D2 y D3 y ejerce un potente efecto supresor vestibular.
En casos de insuficiencia renal se debe reducir la dosis entre un 35 y un 70%, según el aclaramiento de creatinina. Sin embargo, algunos antidopaminérgicos tienen, además, actividad antihistamínica H1, como es el caso de las fenotiazinas tietilperazina y prometazina, por lo que muestran actividad antivértigo propia.
- La tietilperazina es un derivado de fenotiazina que actúa sobre el centro del vómito y la zona quimiorreceptora, inhibiendo náuseas y vómitos, y sobre los mecanismos reguladores del equilibrio.
- Bloquea receptores histamínicos H1 y muscarínicos.
- Está indicada en los vértigos consecutivos a arteriosclerosis, traumatismo craneal, afección del oído interno, síndrome de Meniére, etc.
VASODILATADORES Los histaminérgicos, como la betahistina, han resultado de gran eficacia para el vértigo y los síntomas neurovegetativos. La betahistina es un análogo sintético de la histamina, y por su farmacodinamia no se recomienda su asociación con antihistamínicos.
- Este fármaco muestra una actividad compleja sobre los receptores histamínicos: es agonista parcial de receptores H1 postsinápticos y antagonista de receptores H3 presinápticos.
- En el oído interno sus efectos consisten en una vasodilatación que tiene lugar primero en las arteriolas y luego en capilares y vénulas de la estría vascular y ligamento espiral, documentando un aumento de flujo vascular en el vestíbulo.
En el núcleo vestibular produce una disminución de la excitabilidad por medio de una inhibición dosis-dependiente de las neuronas que responden en el componente polisináptico del potencial global del núcleo, lo cual explica parte del efecto antivertiginoso y la reducción de la duración del nistagmo.
Es posible también que la facilitación de la transmisión histamínica signifique una compensación que restablezca la perturbación ocasionada por algún agente en el circuito de transmisión vestibular. Su indicación terapéutica es el síndrome de Ménière. La tolerancia al fármaco es buena y los efectos secundarios de tipo gástrico, infrecuentes.
La trimetazidina es un vasodilatador periférico que mejora algunos síntomas vestibulares. Posee propiedades antiisquémicas demostradas en múltiples estudios en pacientes con cardiopatía isquémica, añadiendo un factor citoprotector al intervenir en procesos bioquímicos que evitan la alteración de la producción de sustratos energéticos necesarios, optimizando la glicolisis aerobia frente a la anaerobia (reducción de ácido láctico y recuperación del pH adecuado para el funcionamiento celular) y protegiendo frente a los efectos tóxicos de la sobreproducción del glutamato.
- El oído interno es un órgano que requiere un flujo sanguíneo continuo para su oxigenación y eliminación de desechos metabólicos.
- Las alteraciones en dicho flujo y los procesos metabolicoisquémicos afectan al funcionamiento cocleovestibular, produciendo ineficacia en el control postural y en la respuesta auditiva.
En diversos trabajos clínicos se ha podido demostrar que la trimetazidina reduce la frecuencia y duración del vértigo y mejora los síntomas de la enfermedad de Ménière. ACTUACIÓN ANTE UNA CRISIS DE VÉRTIGO Durante la fase aguda de una crisis de vértigo se instaura un tratamiento sintomático cuyo objetivo es la supresión de la sensación de movimiento y los síntomas vegetativos sin dificultar el mecanismo fisiológico de compensación vestibular central.
Puede ser necesario un tratamiento de soporte que evite la deshidratación y desnutrición secundarias a toda la sintomatología vegetativa y malestar general del paciente. El tratamiento sintomático consiste en la administración de supresores vestibulares y antieméticos. Durante el episodio intenso los fármacos supresores vestibulares (antihistamínicos o benzodiacepinas) se suelen administrar generalmente por vía intramuscular (sulpirida, 100 mg/8-12 h).
Si los vómitos son persistentes se debe asociar antieméticos por vía parenteral como domperidona o metoclopramida. La perfusión de suero suele prevenir la deshidratación debida a los vómitos. Posteriormente, si mejora el cuadro, está indicado el tratamiento con supresores vestibulares por vía oral durante 3 días con el fin de evitar una recaída.
Los fármacos que se suelen utilizar son la sulpirida (50 mg/8 h), el dimenhidrinato (50 mg/8 h), la tietilpiperazina (6,5 mg/8 h) o el diazepam (5 mg/8 h). BENZODIACEPINAS El uso de las benzodiacepinas en la sintomatología del vértigo podría justificarse por su acción sedante y ansiolítica, ya que la liberación de la ansiedad que el ataque de vértigo produce puede contribuir a aliviar la situación.
No ejercen, por tanto, una verdadera acción antivertiginosa. Parece ser que mejoran la respuesta emocional del paciente a los acúfenos, aunque se cree que también suprimen los acúfenos directamente. Éstos pueden deberse en algunos pacientes a un efecto insuficiente de la neurotransmisión inhibitoria en el sistema auditivo ascendente.
Las benzodiacepinas pueden actuar intensificando la actividad del neurotransmisor inhibitorio GABA; inhiben la actividad en reposo de los núcleos vestibulares y pueden reducir la actividad en el sistema reticular activador. Las dosis de benzodiacepinas de duración intermedia que se utilizan suelen ser pequeñas.
DIURÉTICOS TIAZÍDICOS Están indicados en el tratamiento de la enfermedad de Ménière para reducir la sintomatología asociada y prevenir la recurrencia de las crisis. Tienen como objetivo reducir la tensión del líquido endolinfático. Los fármacos utilizados son principalmente la furosemida, la acetazolamida y la hidroclorotiazida.
- Deben vigilarse las pérdidas de potasio que a largo plazo se pueden ocasionar con su uso.
- Han mostrado eficacia en el período inmediato a la crisis, facilitando la resolución de los síntomas agudos y residuales.
- Producen un control completo y sustancial del vértigo a medio y largo plazo en el 78% de los pacientes.
A medio plazo se produce mejoría y estabilización del nivel auditivo en las frecuencias graves y medias en el 73% de los pacientes, sin mejoría en las frecuencias agudas. Sin embargo, a largo plazo no se logra prevenir el deterioro auditivo medio. CORTICOIDES Los corticoides se emplean con el objetivo de reducir el componente inflamatorio de la neuritis vestibular de origen infeccioso, especialmente las virásicas.
- Parece ser que facilitan no sólo la recuperación funcional del receptor periférico sino también la compensación central y la percepción de mejoría clínica.
- Están indicados en el tratamiento de la enfermedad de Ménière bilateral, así como en aquellos casos de enfermedad vestibular inmunomediada.
- En la neuritis vestibular, con el fin de eliminar los síntomas vegetativos intensos, la utilización de corticoides es más eficaz que el placebo durante la fase aguda.
AMINOGLUCÓSIDOS La estreptomicina y la gentamicina son los antibióticos más utilizados. Se utilizan en la enfermedad de Ménière, por vía intratimpánica e intramuscular, a partir de un protocolo ambulatorio. Este protocolo dispone la aplicación de gentamicina a la dosis de 27 mg/ml por vía intratimpánica en pacientes con enfermedad de Ménière unilateral que no responde al tratamiento médico convencional.
Monitorizando los cambios auditivos y de la exploración clínica del reflejo vestíbulo-oculomotor y espinal que permite definir el final del tratamiento ante la aparición de signos de disfunción vestibular unilateral o de ototoxicidad se logra controlar el vértigo en el 83% de los pacientes. En la enfermedad de Ménière bilateral se utiliza el sulfato de estreptomicina a la dosis de 1 g/12 h por vía intramuscular, cinco días por semana durante dos semanas.
Se produce una ablación completa de ambos sistemas vestibulares que elimina los vértigos, sin embargo, el paciente queda afectado por una situación de inestabilidad grave, manifestada por ataxia vestibular y oscilopsia que tarda años en recuperar y compensar.
Con el fin de obtener una ablación parcial, factible de ser compensada, puede espaciarse el tratamiento en dosis semanales, dependiendo de la aparición de inestabilidad o nistagmo espontáneo. Para minimizar la inestabilidad también se pueden realizar instilaciones de gentamicina intratimpánica en uno de los oídos, seleccionando el más sintomático.
ANTIVIRALES Cuando se sospecha que la etiología es de origen viral, se valora la incorporación al tratamiento de antivirales. Sólo están indicados cuando la clínica sugiere la infección o reactivación del virus varicela-zoster (vesículas en región auricular, parálisis facial, hipoacusia y acúfeno), asociada al episodio de vértigo característico de la neuritis vestibular.
- BIBLIOGRAfÍA GENERAL Bartual J, Pérez N.
- El sistema vestibular y sus alteraciones.
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Rev Med Univ Navarra.2003; 4:60-3. : Vértigo. Tratamiento farmacológico | Offarm