Problemas de las articulaciones: MedlinePlus en español Usted esta aquí: https://medlineplus.gov/spanish/jointdisorders.html Las articulaciones son donde se unen dos o más huesos. Sus hombros, codos, caderas, rodillas y nudillos son articulaciones. Su columna también tiene articulaciones.
Pero las articulaciones son más que huesos. Incluyen los tejidos blandos que los rodean, como cartílagos, tendones y ligamentos. El cartílago es el tejido flexible, duro y resbaladizo que cubre los extremos de los huesos en una articulación. Los tendones son bandas resistentes y flexibles que conectan los músculos con los huesos para que pueda mover las articulaciones.
Los ligamentos conectan los huesos de la articulación entre sí para mantenerlos estables cuando se mueve.
¿Qué es son las articulaciones?
Resúmenes – Las articulaciones, en particular las articulaciones en bisagra como el hombro y la rodilla, son estructuras complejas formadas por hueso, músculos, membrana sinovial, cartílago y ligamentos, que están diseñados para soportar peso y movilizar el cuerpo a través del espacio.
¿Qué son las articulaciones y cuál es su función?
Haga clic en la imagen para ampliarla. Las articulaciones son las áreas donde se encuentran dos o más huesos. La mayoría de las articulaciones son móviles y permiten que los huesos se muevan. Las articulaciones constan de lo siguiente:
Cartílago. Un tipo de tejido que cubre la superficie de un hueso en la articulación. Los cartílagos ayudan a reducir la fricción del movimiento dentro de una articulación. Membrana sinovial. Un tejido denominado membrana sinovial reviste la articulación y la sella en una cápsula articular. La membrana sinovial secreta el líquido sinovial (un fluido transparente y pegajoso) alrededor de la articulación para lubricarla. Ligamentos. Existen ligamentos resistentes (bandas elásticas gruesas de tejido conectivo) que rodean la articulación para brindarle sostén y limitar su movimiento. Tendones. Los tendones (otro tipo de tejido conectivo grueso) a cada lado de la articulación se unen a los músculos que controlan el movimiento de esa articulación. Bursas. Las cavidades llenas de fluidos, denominadas bursas, entre los huesos, ligamentos y otras estructuras adyacentes, ayudan a amortiguar la fricción de la articulación. Líquido sinovial. Líquido transparente y pegajoso secretado por la membrana sinovial. Fémur. Hueso del muslo. Tibia. Hueso de la canilla. Rótula. Hueso de la rodilla. Meniscos. Es una parte curva del cartílago de las rodillas y otras articulaciones.
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¿Cuáles son las articulaciones del cuerpo humano?
¿Qué son las articulaciones y qué hacen? – Las articulaciones son las uniones entre huesos. Hacen que el esqueleto sea flexible; sin ellas, el movimiento sería imposible. Las articulaciones permiten que nuestro cuerpo se mueva de muchas maneras. Algunas de ellas se abren y se cierran como si fueran bisagras (por ejemplo, las rodillas y los codos), mientras que otras permiten hacer movimientos más complejos.
- Las articulaciones inmóviles o fibrosas no se mueven. La bóveda craneal, por ejemplo, está formada por placas óseas; aunque se muevan ligeramente durante el nacimiento para fusionarse más adelante cuando el cráneo deje de crecer, luego permanecen inmóviles. Entre los bordes de estas placas, hay uniones, o articulaciones, de tejido fibroso. Las articulaciones fibrosas también mantienen los dientes fijos en la mandíbula.
- Las articulaciones semimóviles o cartilaginosas se mueven muy poco. Están unidas por cartílago, como en la columna vertebral. Cada una de las vértebras de la columna se mueve con respecto a la vértebra superior e inferior y, conjuntamente, estos movimientos dan flexibilidad a la columna vertebral.
- Las articulaciones móviles o sinoviales se mueven en muchas direcciones. Las principales articulaciones del cuerpo, como las de la cadera, los hombros, los codos, las rodillas, las muñecas y los tobillos, son móviles. Están llenas de líquido sinovial, que actúa a modo de lubricante para ayudar a las articulaciones a moverse con facilidad.
Hay tres tipos de articulaciones móviles que desempeñan un papel importante en el movimiento voluntario:
- Las articulaciones en bisagra solo permiten el movimiento en una dirección, como las rodillas y los codos.
- Las articulaciones en pivote (o trocoides) permiten el movimiento giratorio o de rotación, como cuando la cabeza gira de un lado a otro.
- Las articulaciones esféricas son las que permiten la mayor libertad de movimiento. Las caderas y los hombros tienen este tipo de articulación, donde el extremo redondo de un hueso largo encaja en el hueco de otro hueso.
Fecha de revisión: enero de 2019
¿Qué son las articulaciones y cómo se clasifican?
Qué son las articulaciones – Los puntos donde dos elementos esqueléticos contactan se denominan articulaciones. Las dos categorías generales de articulaciones son:
- Aquellas en las que los elementos esqueléticos quedan separados por una cavidad ( articulaciones sinoviales ).
- Aquellas en las que no hay cavidad y los componentes se mantienen unidos por tejido conjuntivo ( articulaciones sólidas ).
Los vasos sanguíneos que irrigan una articulación y los nervios que inervan los músculos que actúan sobre la articulación suelen aportar ramas articulares a esa articulación.
¿Cuántas articulaciones son?
De hecho, del total de 360 articulaciones del cuerpo humano, 86 de ellas se localizan en el cráneo. El resto se distribuyen así: 76 articulaciones en la columna vertebral y pelvis, 66 en el tórax, 6 en la garganta, 32 en cada una de nuestras extremidades superiores y 31 en cada una de nuestras extremidades inferiores.
¿Qué protege las articulaciones?
El cartílago normal protege una articulación y permite que esta se mueva de forma suave. El cartílago también absorbe el golpe cuando se ejerce presión sobre la articulación, como sucede cuando usted camina.
¿Que afectan a las articulaciones aparecen con la edad?
¿Qué enfermedades pueden afectar las articulaciones? – Muchas enfermedades pueden afectar las articulaciones. A menudo, causan dolor en las articulaciones y provocan rigidez, enrojecimiento e hinchazón. La mayoría de ellas son crónicos, es decir, duran mucho tiempo. Es posible que algunas nunca desaparezcan por completo. Algunas de las enfermedades que afectan las articulaciones incluyen:
: Puede causar dolor e hinchazón en las articulaciones. Hay muchos tipos de esta enfermedad. La es la más común. Con el tiempo, la artritis puede causar graves daños en las articulaciones. Puede afectar a personas de todas las edades. Una lesión en la articulación cuando joven puede causar osteoartritis más adelante en la vida : Esta afecta a muchas partes del cuerpo y puede causar dolor articular y muscular. Algunos tipos de lupus suelen causar artritis : Esta enfermedad autoinmune afecta las glándulas que producen humedad en muchas partes del cuerpo. Los síntomas principales son sequedad en los ojos y la boca, pero a menudo también causa dolor en las articulaciones
Los tratamientos dependen de la enfermedad. Pero la mayoría de los tratamientos incluyen medicamentos y terapias para aliviar el dolor y otros síntomas.
¿Qué son las articulaciones y porqué duelen?
Puede estar relacionado con artritis, bursitis y dolor muscular. Sin importar la causa, puede ser muy molesto. Algunos factores que pueden causar dolor articular son: Enfermedades autoinmunitarias, como la artritis reumatoidea y el lupus.
¿Cómo se llama la enfermedad que se inflaman las articulaciones?
Las articulaciones forman la conexión entre los huesos, como en los hombros, las caderas, las rodillas y los dedos de los pies. El dolor y la inflamación de una articulación pueden hacer que incluso los movimientos más sencillos resulten incómodos. El dolor de rodilla es el tipo más frecuente de dolor articular, pero puede afectar cualquier articulación del cuerpo.
El dolor y la inflamación de las articulaciones se denomina artritis, que se refiere a un grupo de afecciones más que a una sola enfermedad. Hay más de 100 tipos diferentes de artritis y afecciones relacionadas, desde artritis reumatoide y artrosis hasta gota, espondilitis anquilosante y más. Además, las enfermedades autoinmunitarias, como el lupus, pueden causar dolor y rigidez en las articulaciones.
Existen diferentes tipos de artritis, entre ellos los siguientes:
Artritis degenerativa (artrosis) : el desgaste del cartílago (amortiguación entre los huesos) hace que los huesos se rocen entre sí. Artritis infecciosa : un virus u hongo, como la salmonela o la hepatitis C, entra en la articulación y la inflama. Artritis inflamatoria : aparece debido a un mal funcionamiento del sistema inmunitario que provoca una inflamación incontrolada (enfermedad autoinmunitaria), como en la artritis reumatoide o la artropatía psoriásica. Artritis metabólica (gota) : formación de cristales de ácido úrico en una articulación.
Si el dolor articular le dificulta las actividades cotidianas o le impide hacer lo que quiere, podemos ayudarlo. Los reumatólogos del University of Miami Health System se especializan en el tratamiento de todo tipo de artritis y afecciones que afectan las articulaciones.
¿Qué causa el dolor en las articulaciones?
¿Qué causa dolor articular cuando tiene cáncer? – Cuando tiene cáncer, su dolor articular puede estar causado por diferentes partes del cáncer o por el tratamiento del cáncer. Cáncer. Ciertos tipos de cáncer tienen más probabilidades de provocar dolor articular.
El cáncer que se produce cerca o en una articulación, como el cáncer de huesos y el cáncer que se extiende al hueso, puede causar dolor articular. El cáncer de pulmón, el cáncer de mama, el cáncer de próstata y el mieloma múltiple son más propensos a afectar y extenderse al hueso. La leucemia, también puede hacer que las células cancerosas se agrupen en las articulaciones.
Tratamientos contra el cáncer. Algunos tratamientos contra el cáncer pueden causar dolor en las articulaciones. A menudo, el dolor desaparece después del tratamiento. En algunos casos, el dolor articular puede ser un efecto tardío, lo que significa que se presenta meses o años después de que finaliza el tratamiento del cáncer.
Algunos tipos de quimioterapia, como la bleomicina (disponible como medicamento genérico), la cladribina (disponible como medicamento genérico), la L-asparaginasa (Elspar), el paclitaxel (Taxol) y otras quimioterapias que contienen taxanos. Inhibidores de la aromatasa (AI), como anastrozol (Arimidex), exemestano (Aromasin) y letrozol (Femara), que son medicamentos utilizados para tratar ciertos tipos de cáncer de mama. Alrededor de la mitad de las personas que toman AI desarrollan dolor y rigidez articular. Otros tratamientos hormonales, incluidos fulvestrant (Faslodex), raloxifeno (Evista), tamoxifeno (Soltamox) y toremifeno (Fareston). Algunas terapias dirigidas, como la T-DM1 o ado-trastuzumab emtansina (Kadcyla) y el olaparib (Lynparza). Algunas inmunoterapias, como los inhibidores del antígeno-4 asociado al linfocito T citotóxico (CTLA-4) e inhibidores de la molécula de muerte programada 1 (PD-1)/del ligando de muerte programada 1 (PD-L1). Medicamentos esteroides.
Otros medicamentos. Otros medicamentos que pueden administrarse durante el tratamiento del cáncer también pueden provocar dolor articular:
Medicamentos denominados factores de crecimiento de glóbulos blancos que ayudan a prevenir las infecciones durante el cáncer. Estos medicamentos incluyen filgrastima (Granix, Neupogen, Zarxio), pegfilgrastim (Fulphila, Neulasta) y sargramostima (Leukine). Biofosfonatos, que se utilizan para tratar la pérdida ósea. Estos incluyen alendronato (Binosto, Fosamax), el ibandronato (Boniva), el pamidronato (Aredia), el risedronato (Actonel) y el ácido zoledrónico (Zometa). Ciertos analgésicos.
Otros factores. Las personas con cáncer también pueden tener dolor articular por otra afección médica que puede no estar relacionada con el cáncer en sí. Algunas afecciones que pueden causar dolor articular incluyen artritis reumatoide, artrosis, fibromialgia, lupus, gota, bursitis y tendinitis. Una infección en una articulación también puede provocar dolor.
¿Cuáles son los 10 tipos de movimientos articulares?
Tabla 1. CLASIFICACION DE ARTICULACIONES – I TIPO FIBROSAS – Ausencia de cavidad articular (Sinartrosis). SUBTIPO:
Suturas (inmóvil) | Dentadas o Aserrada Escamosas o Bisel Plana. Armónica o Lineal Esquindilesis | Mayoría de huesos del cráneo y cara. Huesos Temporal – Parietal. Huesos Nasales. Huesos Vómer – Esfenoides. |
Sindesmosis (membrana inter-ósea ) | Articulación distal Tibia – Fíbula.Radio-Ulna. Tibia-Fíbula. Ligamentos Inter y supraespinosos. | |
Gonfosis Sinostosis | Diente con alvéolo dentario.Hueso con hueso. Desaparición de tejido fibroso en huesos articulados como suturas. |
II. TIPO CARTILAGINOSAS – Ausencia de cavidad articular. (Anfiartrosis).
Sincondrosis Desaparición de tejido cartilaginoso hialino También denominadas primarias o transitorias | Esfeno-occipital.Esfenopetrosa, Cuerpo de esternón: esternebras Cartílagos epifisiales: Zona de crecimiento de huesos largos. |
Sínfisis (Uniones con fibrocartílago) Cuerpos vertebrales adyacentes. (Semimóviles) | Huesos púbicos. |
III TIPO SINOVIAL (Diartrosis) – Móviles
SUBTIPOS | Ejemplos | Ejes de movimiento |
Plana (artrodias) | Carpo. Fíbulo-talar | Uniaxial. |
Trocoídea (en pivote) | Codo (radio-ulna). Atlo-axoídea | Uniaxial. |
Gínglimo (troclear-en bisagra) | Fémoro-patelar. Interfalángicas | Uniaxial. |
Selar (en silla) | Trapecio-Metacarpo (Pulgar) | Bi-axial. |
Elipsoídea (condílea) | Radio-carpiana | Bi-axial |
Esferoídea (enartrosis) | Glenohumeral. Coxofemoral | Tri o multiaxial |
La articulaciones fibrosas son las más elementales. Las superficies articulares están unidas sólo por tejido conectivo denso y no presentan, por tanto, cartílago de superficie articular ni cavidad articular. El subtipo sutura se caracteriza por la brevedad y densidad del tejido conectivo interpuesto, que determina que ambas superficies articulares sean muy cercanas.
- En el esqueleto adulto, las suturas son inmóviles.
- Según la forma en que se relacionan las superficies articulares, las suturas pueden ser de variedad armónica o plana (imagen 1), en que las superficies son márgenes rectilíneos; dentadas o aserradas (imagen 2), de superficies muy irregulares y cuyos bordes se engranan íntimamente entre sí; biseladas (imagen 3), en que ambas superficies son escamosas y se aponen inversamente en bisel; esquindilesis (imagen 4), en que una superficie presenta forma de cresta y se articula a otra superficie que le ofrece una incisura.
Las suturas están presentes exclusivamente en la cabeza ósea y representan el tejido conectivo persistente después de haber concluído el proceso de osificación membranosa aunque también existen suturas entre huesos de la base de cráneo que experimentan osificacion endocondral.
Otro subtipo de articulación fibrosa es la sindesmosis, caracterizada por la existencia de tejido conectivo denso dispuesto a manera de membrana o ligamento ancho entre ambas superficies articulares. La separación entre ambas superficies es mayor y, por lo mismo, le confiere más movilidad. Se presentan preferentemente en la columna vertebral, donde los ligamentos interespinosos (imagen 5), intertransversos (imagen 6), amarillos (imagen 7), son ejemplos de sindesmosis, que unen partes de arcos vertebrales contiguos.
En particular, el ligamento amarillo es rico en fibras elásticas, condición que le da la coloración característica. También se hallan en miembros superiores en la articulación radioulnar diafisiaria (imagen 8) así como en miembros inferiores en la articulación tibiofibular.
- Un subtipo especial de articulación fibrosa es la gonfosis (imagen 9), caracterizada porque una de las superficies articulares se presenta a manera de clavija que encaja en una fosa.
- Es propia de las articulaciones alvéolo-dentarias, en que cada diente se fija a la mandíbula respectiva a través de un ligamento propio.
Tienen movimiento restringido. Las articulaciones cartilaginosas presentan como sustancia intermedia un tejido conectivo especial que puede corresponder a un cartílago hialino o fibrocartílago. Corresponden a articulaciones más complejas, que a su vez, implican mayor rango de movimiento.
Las sincondrosis, catalogadas también como transitorias o primarias, presentan cartílago hialino interpuesto, el cual se osifica en determinadas edades de la vida, desapareciendo la articulación y experimentando un proceso de sinostosis. Se las encuentra en la unión de las esternebras que conforman el cuerpo del esternón, así como en las uniones del manubrio con el cuerpo y entre el cuerpo y el proceso xifoídeo del mismo hueso (imagen 10),
El mismo proceso experimentan las uniones de las vértebras sacras entre sí (imagen 11), Una presentación característica es la unión que se verifica entre epífisis y diáfisis de los huesos largos (imagen 12), así como algunas articulaciones entre huesos que constituyen la base de cráneo, como la articulación entre el cuerpo del esfenoides y la porción basilar del hueso occipital, que determina la formación anatómica denominada clivus.
- Otro subtipo de articulación de tipo cartilaginosa es la sínfisis, en la cuál el elemento de unión es un disco de fibrocartílago.
- Ambas superficies óseas presentan una lámina de cartílago hialino articular que las reviste, ubicándose entre ellas el disco de unión.
- Carecen de cavidad articular, pero pueden disponer de ligamentos de refuerzo.
Son poco móviles y están adaptadas especialmente para soportar presión. La articulación más característica de este subtipo son las intervertebrales (imagen 13), cuyo disco articular presenta una condición estructural que le es propia por la presencia del núcleo pulposo, vestigio embrionario de la notocorda.
- La unión de las porciones púbicas del hueso coxal (imagen 14) también corresponden a este subtipo articular.
- Los discos de fibrocartílago que conforman las articulaciones intervertebrales son muy importantes en la dinámica y plasticidad necesarias inherentes a la función mecánica de la columna vertebral, determinando en parte la distribución de la energía que soportan (imagen 15),
Su metabolismo e histofisiología es fundamental en la preservación de las láminas conectivas y del núcleo pulposo así como en la hidratación del tejido que condiciona su grosor y, en consecuencia, la altura de la columna vertebral. El tercer tipo de articulaciones son las sinoviales.
- Corresponden a las más complejas y las de mayor rango de movilidad.
- El elemento central es la presencia de un tejido conectivo especializado denominado sinovial y la formación de un espacio entre las superficies articulares denominado cavidad articular o cavidad sinovial, que es lo que le da la característica morfológica a este tipo articular (imagen 16),
En este tipo de articulaciones existe una superficie articular más móvil o activa que la opuesta, considerándose esta última la superficie inmóvil o pasiva. Las superficies articulares están revestidas por una cutícula de cartílago hialino (imagen 17), el cuál tiene un aspecto muy característico al ser de superficie lisa, brillante y de color nacarado o celeste.
Su espesor fluctúa entre 2 a 5 mms. y carece de vasos sanguíneos y pericondrio. En el márgen donde el cartílago de superficie limita con el periostio, se implanta y fija la membrana sinovial, desde donde se extiende en forma ininterrumpida hasta el márgen condro-periostal de la superficie articular opuesta.
Esto determina la conformación de una cavidad cerrada, cuyas paredes la constituyen el cartílago hialino y la membrana sinovial (imagen 18), Los sinoviocitos, células especializadas del tejido sinovial, son las encargadas de sintetizar el líquido sinovial que ocupa la cavidad, lubricando y favoreciendo el deslizamiento entre ambas superficies articulares y dando la nutrición al cartílago de superficie.
Tiene aspecto de clara de huevo y se asemeja bastante a un ultrafiltrado de plasma sanguíneo. Sus propiedades físicas, químicas y citológicas son muy importantes para el diagnóstico de enfermedades locales y sistémicas. La membrana sinovial es muy vascularizada e inervada (imagen 19), Se pliega notablemente para ampliar su superficie secretora, pudiendo acumular tejido adiposo en ciertas zonas de ellas, conformando verdaderos cuerpos adiposos.
En la superficie de la membrana sinovial suelen constituirse vellosidades. En algunas articulaciones, esta membrana sinovial puede protruir externamente desde la cavidad articular y expandirse en la región periarticular para constituir bolsas sinoviales, cumpliendo funciones como estructuras anexas de los elementos músculo-tendinosos periarticulares (imagen 20),
- La cavidad articular está delimitada por una cápsula articular que cumple funciones de protección, aislamiento y nutrición de las estructuras nobles de la misma.
- Esta cápsula presenta una capa externa, fibrosa y una capa interna, que corresponde a la membrana sinovial.
- La cápsula fibrosa es eminentemente mecánica y de estabilización de la articulación.
Su extensión depende de cada articulación, pudiendo ser laxa o más tensa; lo mismo en cuanto a su grosor, el cuál puede estar incrementado por elementos anexos a la articulación como tendones, engrosamientos de la fascia muscular o ligamentos que la refuerzan.
La cápsula fibrosa es menos vascularizada que la membrana sinovial, pero sí ricamente inervada, proporcionando aferencias somáticas generales como aferencias propioceptivas. Toda articulación sinovial presenta, por tanto, membrana sinovial, cavidad articular, líquido sinovial o articular, cápsula y ligamentos de refuerzo.
? ARTICULACIONES, Clasificación Fácil, Rápida y Sencilla
Existen dispositivos especiales característicos sólo de algunas articulaciones sinoviales, que reflejan un mayor grado de complejidad funcional. Es el caso de estructuras fibrocartilaginosas que adoptan diferente forma de acuerdo a la finalidad para la que están dispuestas; son los discos, labros y meniscos articulares.
- Los discos (imagen 21) tienen forma de rodela homogénea de fibrocartílago, similares a los presentes en las sínfisis, pero que en estos casos están incluídos en la cavidad articular.
- Esta posición subdivide la cavidad en dos compartimientos sinoviales, convirtiéndola efectivamente en una doble articulación envuelta por una cápsula única.
Ejemplos característicos de este comportamiento son las articulaciones témporo-mandibular y acromioclavicular. Los labros articulares (imagen 22) son estructuras fibrocartilaginosas en forma de anillo, es decir, son ahuecados en su centro. Se disponen en los márgenes de algunas articulaciones, a manera de ceja o reborde, para ampliar la superficie de contacto entre ambas extremos articulares.
- Se observan en las articulaciones glenohumeral y coxofemoral.
- Los meniscos (imagen 23) son anillos incompletos, más propiamente arcos o semianillos, que también cumplen la función de ampliación de las superficies de contacto y de mayor correspondencia entre ellas.
- Los más típicos se observan en la articulación de la rodilla.
En relación a los ligamentos, los hay de las más variadas características. Asumen diversas funciones, pudiendo ser de refuerzo, mientras otros dirigen o facilitan un movimiento actuando como guías y otros limitan los movimientos actuando como frenos. De acuerdo a su ubicación respecto a la cápsula fibrosa articular y la membrana sinovial, los elementos articulares se catalogan como intracapsulares, extracapsulares, intraarticulares (intrasinoviales) y extraarticulares (extrasinoviales).
- El concepto de intraarticular (intrasinovial) se refiere a la ubicación de una estructura al interior de la cavidad articular; por tanto, incluido en y bañado por el líquido sinovial.
- Es, por consiguiente, al mismo tiempo, una estructura intracapsular.
- Los elementos intracapsulares son todos aquellos que están contenidos por la cápsula fibrosa, pero no necesariamente en el interior de la cavidad sinovial.
Así, por tanto, habrá estructuras que son intracapsulares y otras que son extracapsulares y, dependiendo de su relación con la cavidad articular y la membrana sinovial, serán intra o extrasinoviales. Por ejemplo, el ligamento de la cabeza femoral es intracapsular pero extraarticular (imagen 24), porque está revestido por la sinovial, dejándolo excluido de la cavidad articular.
Los ligamentos cruzados de la rodilla son intracapsulares y también extraarticulares (imagen 25), En cambio, los meniscos son estructuras intracapsulares e intraarticulares (imagen 26), ya que no están envueltos por sinovial sino que están en contacto directo con el líquido sinovial. De la misma manera, los ligamentos colaterales medial y lateral de la rodilla son estructuras extracapsulares y, por ende, extraarticulares (imagen 27),
La característica funcional de las articulaciones sinoviales está dada por su movilidad, cuya amplitud está determinada por factores como la mayor o menor dimensión de la cápsula, la presencia de ligamentos que favorecen o limitan ciertos movimientos, elementos blandos osteotendinosos que circundan la articulación, pero especialmente por la forma de las superficies óseas o cartilaginosas que articulan.
Estos factores determinan los ejes del espacio en que puede movilizarse una articulación, de tal manera que se identifican articulaciones uniaxiales, biaxiales o multiaxiales. Los movimientos que puede efectuar una articulación sinovial son de deslizamiento, extensión, flexión, abducción, aducción, rotación medial, rotación lateral, circunducción, protrusión, retrusión, diducción, pronación, supinación, inversión, eversión, entre otros.
La morfología de una articulación sinovial se relaciona estrechamente con el tipo de movimiento que puede efectuar y los ejes en que puede realizar sus movimientos. Basado especialmente en la forma de las superficies articulares, las articulaciones sinoviales se subdividen en los siguientes principales subtipos articulares, esferoídeas, elipsoídeas, gínglimos, trocoídeas, selares, planas.
- Las subtipos esferoídeas son las más complejas y móviles (imagen 28),
- Tienen superficie articular en forma de esfera o semiesfera.
- Amplio rango de movimiento, alcanzando la circunducción, con mayor o menor perfección.
- Son multiaxiales.
- El paradigma de este subtipo las constituyen las articulaciones del hombro y de la cadera.
En las elipsoídeas se complementan por un lado un cóndilo que es una cabeza imperfecta y, por otro, una superficie en forma de bandeja ovoídea que recibe al cóndilo (imagen 29), Tienen movimiento más limitado aunque siempre amplio. Son biaxiales, permitiéndose los movimientos de flexo-extensión y abducción-aducción.
Ejemplo de éstas es la articulación radiocarpiana, entre el hueso radio y los huesos del carpo, escafoides y lunate. También corresponden a este subtipo las articulaciones metacarpofalángicas. Las subtipo gínglimo, antiguamente denominadas trocleares, asemejan sus superficies articulares a roldanas o engranajes, ya que, por un lado se presenta una superficie con una cresta intermedia que hace sobrerrelieve y, por el otro lado, una superficie con una incisura o valle que recibe a la cresta (imagen 30),
Esta disposición limita ciertamente el movimiento articular, pudiendo ejercerlo sólo a través de un eje (mono o uniaxiales) que pasa por el eje transverso del plano articular, permitiendo sólo movimientos e flexo-extensión. Por la morfología articular, es obvio que tiene restringidos los movimientos de lateralidad y rotatorios.
Las articulaciones del subtipo trocoídeas son uniaxiales, ejerciendo su movimiento a través de un sólo eje que pasa por el eje longitudinal de la articulación. Una superficie adopta la forma de cilindro con superficie convexa y la otra superficie es lateral y cóncava que le corresponde. En una de ellas, como la articulación radio-ulnar proximal (imagen 31), es la superficie convexa la que se mueve a manera de un pivote en relación a la superficie cóncava que es pasiva.
En otra, como la articulación atlanto-axial mediana (imagen 32), es la superficie cóncava la que se moviliza y es rotatoria respecto de la superficie convexa, que en este caso es la parte pasiva. En ambas, el elemento que rota suele unirse al elemento pasivo mediante un ligamento anular.
Las articulaciones selares (en silla) derivan su nombre de su similitud con cierto tipo de silla de cabalgadura en que se presentan ambas superficies convexas en una dirección y cóncavas en otra dirección, pudiendo encajar recíprocamente. Esta disposición le proporciona mayor grado de libertad, pudiendo moverse en dos ejes (biaxiales).
Ejemplos de ella corresponden a la articulación trapeciometacarpiana (imagen 33) y otra articulación muy especial entre los cartílagos aritenoides y cricoides de la laringe (imagen 34), Ambas articulaciones son funcionalmente muy importantes, la primera porque permite la amplia movilidad característica del dedo pulgar y, la otra porque su movimiento permite la tensión o relajación de los pliegues vocales en la emisión de la voz.
Otro ejemplo de este subtipo es la articulación entre los osículos malleus e incus del oído medio. Por último, las subtipo planas son las de menor rango de movimiento de las sinoviales. Presentan tan sólo movimientos de deslizamiento pero que, sin embargo, son en varios ejes, por lo que se las considera como multiaxiales.
Son características en las uniones de los arcos de vértebras contiguas, así como en las articulaciones que presentan las costillas con las vértebras y con los cartílagos costales. Son propias también entre los huesos del carpo y del tarso (imagen 35), necesarias para los cambios plásticos de la palma y la planta en los movimientos de prensión y de la marcha.
Siendo las sinoviales las articulaciones móviles por excelencia, están relacionadas especialmente al aparato locomotor. Por tanto, son las encargadas de experimentar los mayores cambios de posición y desplazamiento de diferentes segmentos del cuerpo humano. Esto se traduce en la ejecución de numerosos movimientos realizados en torno a múltiples ejes, pero que con fines académicos y prácticos se simplifican ejemplarizándolos en los tres principales ejes del espacio.
Se entiende por flexión el movimiento por el cuál se acercan dos caras o superficies de un segmento corporal, vulgarmente entendido como “doblar” un segmento respecto a otro; por ejemplo, la flexión del codo implica la disminución del ángulo entre la cara antebraquial y la cara braquial permitiendo su acercamiento.
- La extensión indica un aumento de dicho ángulo y, por tanto, una separación y alejamiento de las caras braquial y antebraquial.
- La flexión se entiende como una incurvación hacia anterior.
- Esta norma, sin embrago, no se cumple en el miembro inferior, donde la flexión de la rodilla consiste en una incurvación hacia posterior, de la misma manera que la flexión plantar.
Por aducción se entiende el movimiento mediante el cuál se efectúa un acercamiento de cierto segmento corporal en dirección al plano mediano. Por abducción, el movimiento inverso de alejamiento o separación del plano mediano. La rotación es el movimiento en relación al eje longitudinal de una articulación.
Puede ser rotación medial, cuando la cara anterior de un segmento corporal gira y mira hacia el plano mediano. Cuando esta rotación lleva a la cara anterior a mirar hacia lateral, se denomina rotación lateral. Cuando el segmento antebraquial rota hacia medial se designa específicamente como pronación, designándose como supinación al movimiento de rotación específico del antebrazo hacia lateral.
Otras formas de rotación especiales y propias referidas al pie son la inversión y la eversión. En la primera, se realiza un movimiento de giro del pie que lleva a la planta a mirar hacia el plano mediano. El movimiento opuesto de eversión, conduce a llevar la planta hacia lateral.
- Se entiende por circunducción al movimiento de la mayor amplitud por el cuál una articulación puede ejecutar un movimiento de amplitud de 360°.
- Este traduce la sumatoria de movimientos de flexo-extensión, abducción-aducción, rotación medial-lateral.
- Más restringidos son los términos que expresan movimientos referidos a la mandíbula, entendiendo por protrusión el movimiento por el cuál se avanza la mandíbula hacia anterior y retrusión el movimiento de retroceso por el cuál la mandíbula vuelve a su posición de reposo.
Descenso mandibular es el desplazamiento hacia inferior por el cuál se “abre la cavidad oral”. Diducción se denomina al movimiento de desplazamiento lateral de la mandíbula inferior, móvil y activa, respecto de la mandíbula superior, inmóvil y pasiva.
¿Cuáles son los tipos de movimientos articulares?
Sinoviales – Conectadas por un tejido denso e irregular que forma una cápsula con un líquido que permite que los huesos se articulen. Según su función que se clasifica en base a la movilidad que aportan al cuerpo:
Sinartrosis: inmóviles y rígidas. Anfiartrosis: que pueden realizar movimientos leves y se caracterizan por ser cartilaginosas. Diartrosis: que pueden realizar movimientos de flexión y extensión.
Los componentes de una articulación son el cartílago, la membrana sinovial, los ligamentos, los tendones, las bursas (bolsas de líquido que ayudan a amortiguar la fricción), el líquido sinovial, el hueso y el menisco. A menudo puede ocurrir que aparezcan molestias, por eso vamos a explicar a continuación cómo prevenir el dolor en articulaciones.
¿Cuál es el músculo más fuerte del cuerpo humano?
10 mayo 2016 Fuente de la imagen, Thinkstock Pie de foto, El músculo más fuerte es el glúteo mayor. Y se necesitan varios ejercicios para poder fortalecerlo efectivamente. Es habitual crecer con el convencimiento de que la lengua es el músculo más fuerte que se encuentra en el cuerpo humano.
Pero lo cierto es que la lengua no es un sólo músculo, sino un grupo de varios músculos que trabajan en conjunto. Otros aseguran que es el corazón, mientras unos defienden los tejidos de la parte superior de las piernas. Lo cierto es que la respuesta puede variar dependiendo si se toman en cuenta diferentes variables como la potencia, el dinamismo, la elasticidad o la resistencia.
Pero al referirnos en forma generalizada tomando en cuenta estos atributos el consenso es que el músculo más fuerte del cuerpo es el glúteo mayor, Este tejido es en sí el más grande en los seres humanos y su función es crucial para mantener la postura y la movilidad de las personas.
¿Qué pasaría si no tuviéramos articulaciones en el cuerpo?
¿Qué son las articulaciones y qué hacen? – Las articulaciones son las uniones entre huesos. Hacen que el esqueleto sea flexible; sin ellas, el movimiento sería imposible. Las articulaciones permiten que nuestro cuerpo se mueva de muchas maneras. Algunas de ellas se abren y se cierran como si fueran bisagras (por ejemplo, las rodillas y los codos), mientras que otras permiten hacer movimientos más complejos.
- Las articulaciones inmóviles o fibrosas no se mueven. La bóveda craneal, por ejemplo, está formada por placas óseas; aunque se muevan ligeramente durante el nacimiento para fusionarse más adelante cuando el cráneo deje de crecer, luego permanecen inmóviles. Entre los bordes de estas placas, hay uniones, o articulaciones, de tejido fibroso. Las articulaciones fibrosas también mantienen los dientes fijos en la mandíbula.
- Las articulaciones semimóviles o cartilaginosas se mueven muy poco. Están unidas por cartílago, como en la columna vertebral. Cada una de las vértebras de la columna se mueve con respecto a la vértebra superior e inferior y, conjuntamente, estos movimientos dan flexibilidad a la columna vertebral.
- Las articulaciones móviles o sinoviales se mueven en muchas direcciones. Las principales articulaciones del cuerpo, como las de la cadera, los hombros, los codos, las rodillas, las muñecas y los tobillos, son móviles. Están llenas de líquido sinovial, que actúa a modo de lubricante para ayudar a las articulaciones a moverse con facilidad.
Hay tres tipos de articulaciones móviles que desempeñan un papel importante en el movimiento voluntario:
- Las articulaciones en bisagra solo permiten el movimiento en una dirección, como las rodillas y los codos.
- Las articulaciones en pivote (o trocoides) permiten el movimiento giratorio o de rotación, como cuando la cabeza gira de un lado a otro.
- Las articulaciones esféricas son las que permiten la mayor libertad de movimiento. Las caderas y los hombros tienen este tipo de articulación, donde el extremo redondo de un hueso largo encaja en el hueco de otro hueso.
Revisado por: Larissa Hirsch, MD Fecha de revisión: enero de 2019
¿Qué ejercicio es bueno para las articulaciones?
Ejercicio aeróbico – Ejercicios que aumentan la frecuencia cardíaca (ejercicios aeróbicos), mejoran el estado físico general. Pueden mejorar la salud del corazón y de los pulmones, controlar el peso y aumentar el nivel de energía. Entre los ejemplos de ejercicios aeróbicos de bajo impacto para las articulaciones, se pueden mencionar caminar, andar en bicicleta, nadar y hacer ejercicios aeróbicos acuáticos.
Intenta hacer hasta 150 minutos de ejercicio aeróbico algo intenso por semana. Puedes hacer ejercicio en bloques de 10 minutos para no resentir las articulaciones. Lo mejor es hacer ejercicio aeróbico de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana, pero hacerlo un par de días a la semana puede ayudar.
Haz ejercicio a un ritmo que te acelere la respiración, pero que te permita hablar.
¿Que ayuda a fortalecer las articulaciones?
Según los Servicios Médicos-Sanitas Real Madrid, para evitar lesiones en las articulaciones es fundamental evitar el sobrepeso, usar un buen calzado, mantener una musculatura adecuada y cuidar los excesos en el ejercicio físico. Realizar un correcto calentamiento permite que los músculos soporten la intensidad del trabajo que el deportista va a realizar más tarde y así se reduce el riesgo de sufrir daños. La hidratación antes, durante y después del ejercicio y una dieta sana y equilibrada son clave para no padecer calambres y otras lesiones.
Ejercitar las articulaciones para evitar futuras lesiones es una labor sencilla pero requiere constancia y dedicación. Es importante practicar algún deporte para conseguir fortalecer la musculatura y evitar así posibles daños o lesiones en codos, hombros, muñecas, tobillos, etc.
Las articulaciones son más propensas a las lesiones cuando los músculos y los ligamentos que las sostienen son débiles. Por eso, es fundamental evitar el sedentarismo y ejercitar el cuerpo. El mejor tratamiento es la prevención. Con este fin, no hay que obviar que el primer paso para hacer deporte es el calentamiento.
Gracias a este periodo de preparación, los músculos consiguen soportar la intensidad del trabajo que más tarde el deportista va a realizar. A través de ligeras contracciones y posteriores elongaciones musculares se consigue que los músculos se contraigan con mayor velocidad, potencia y eficacia.
Reducción de la viscosidad muscular, por lo que mejora la contracción-relajación muscular Mejora de la elasticidad de la musculatura y los tendones Aumenta la temperatura corporal, lo que acelera el metabolismo y permite que el organismo utilice más eficazmente los sustratos fundamentales para la producción de la energía que requiere la actividad física intensa.
El calentamiento debe iniciarse por arriba -el cuello- y terminarse por abajo -los tobillos-. Los movimientos han de ser progresivos en amplitud de todas las articulaciones buscando trabajar todo el grado de movilidad de cada articulación, a fin de mejorar la elasticidad muscular y tendinosa y la lubricación y temperatura de las articulaciones.
Una vez finalizada esta primera etapa, son importantes los estiramientos a base de movimientos repetitivos, no demasiado bruscos. Deben incluir por lo menos un ejercicio para cada una de las principales regiones musculares o articulares del cuerpo. Finalmente, no hay que olvidar que después de un entrenamiento o competición, es fundamental realizar ejercicios de enfriamiento para volver a la situación de reposo de forma paulatina y para relajar los músculos.
Causas de las lesiones y lesiones previas La mayoría de lesiones producidas en el deporte se debe a métodos de entrenamiento incorrectos, anomalías en la estructura de la persona que hacen forzar más unas partes del cuerpo que otras, y a la debilidad de los músculos, tendones y ligamentos.
No obstante, en las personas que hacen deporte habitualmente, pese a tener una fuerte musculatura, pueden encontrarse en situaciones de riesgo que podrían provocar una lesión articular. De hecho, el desgaste crónico es la causa de muchas lesiones. En el caso de arrastrar lesiones previas, es vital conocer bien cuándo, cómo y por qué ocurrieron y, especialmente, que estén bien diagnosticadas por un médico especialista en la materia.
Una vez que se ha producido una lesión, resulta crucial un diagnóstico correcto y un tratamiento adecuado, así como fomentar los hábitos que contribuyan a una sensación de bienestar y a una mejor calidad de vida. Recomendaciones para evitar que las articulaciones resulten dañadas al hacer deporte:
Evitar el sobrepeso: las estructuras articulares están diseñadas para una determinada fisionomía. Si el peso se excede, las articulaciones tienen que realizar un mayor esfuerzo. Tener una musculatura adecuada: el control que ejercen los músculos sobre la articulación es importante. Prepararse antes de practicar deporte: no todos los ejercicios se adaptan a las condiciones físicas y estructurales de una persona, para practicar algún deporte hay que realizar una preparación mínima que evite lesiones. Usar un buen calzado para absorber mejor el impacto y minimizar las lesiones. Realizar un entrenamiento con ejercicios combinados reduce la posibilidad de sobre exigir a músculos o articulaciones. Hacer deporte en un terreno blando ayuda a disminuir la fuerza del impacto. El exceso de ejercicio físico puede producir fatiga muscular y, posteriormente a lesiones articulares, debido al exceso de trabajo. Una vez realizada la práctica deportiva, hay que descansar al menos 5 minutos. Caminar lentamente, sacudir los brazos o moverse a un ritmo más lento permitirá que su cuerpo vuelva de forma gradual a un estado de reposo. Si presenta articulaciones inflamadas, es necesario acudir a la consulta del médico especialista. Hay que mantener reposo y en ningún caso sobre utilizar la articulación, se corre el riesgo de producir daños irreversibles en los componentes que forman la articulación.
Desde los Servicios Médicos-Sanitas Real Madrid se ha detectado que hay determinados deportes en los que el porcentaje de lesiones se concentra más en unas articulaciones que en otras. Tal es la relación que ya se han fijado denominaciones para aquellas lesiones más comunes en la práctica del deporte.
Por ejemplo: codo de tenista por epicondilitis lateral, rodilla de corredor por síndrome de la cintilla ileotibial o tobillo de futbolista por formación de un osteofito en la cápsula anterior de la articulación tibio-astragalina producida por flexiones plantares. Así, las disciplinas deportivas idóneas para las articulaciones por su poco impacto son: natación y remo, ciclismo, senderismo, gimnasia y pilates y yoga.
Hidratación, vital en el fortalecimiento de las articulaciones Para conseguir fortalecer las articulaciones, es muy importante hidratarse antes, durante y después del ejercicio y reponer sales minerales mediante la ingesta de frutas o bebidas isotónicas con el fin de evitar calambres y otras lesiones.
Destaca el ácido graso omega-3 de los pescados grasos como una excelente ayuda para lubricar las articulaciones y reducir la inflamación. Además de una dieta sana y equilibrada, los deportistas pueden optar por incluir en su preparación unos suplementos vitamínicos con los que mejorar el rendimiento, reducir la inflamación, estimular la regeneración y reconstrucción de los tejidos musculares y prevenir y curar lesiones.
Es el caso de la glucosamina, sustancia que se encuentra en estado natural en el cuerpo y que juega un papel fundamental en la formación y reparación del cartílago articular y el condroitín sulfato que aporta elasticidad al cartílago articular y previene que enzimas del organismo destruyan el cartílago articular.
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¿Cuáles son los principales movimientos de las articulaciones?
Tabla 1. CLASIFICACION DE ARTICULACIONES – I TIPO FIBROSAS – Ausencia de cavidad articular (Sinartrosis). SUBTIPO:
Suturas (inmóvil) | Dentadas o Aserrada Escamosas o Bisel Plana. Armónica o Lineal Esquindilesis | Mayoría de huesos del cráneo y cara. Huesos Temporal – Parietal. Huesos Nasales. Huesos Vómer – Esfenoides. |
Sindesmosis (membrana inter-ósea ) | Articulación distal Tibia – Fíbula.Radio-Ulna. Tibia-Fíbula. Ligamentos Inter y supraespinosos. | |
Gonfosis Sinostosis | Diente con alvéolo dentario.Hueso con hueso. Desaparición de tejido fibroso en huesos articulados como suturas. |
II. TIPO CARTILAGINOSAS – Ausencia de cavidad articular. (Anfiartrosis).
Sincondrosis Desaparición de tejido cartilaginoso hialino También denominadas primarias o transitorias | Esfeno-occipital.Esfenopetrosa, Cuerpo de esternón: esternebras Cartílagos epifisiales: Zona de crecimiento de huesos largos. |
Sínfisis (Uniones con fibrocartílago) Cuerpos vertebrales adyacentes. (Semimóviles) | Huesos púbicos. |
III TIPO SINOVIAL (Diartrosis) – Móviles
SUBTIPOS | Ejemplos | Ejes de movimiento |
Plana (artrodias) | Carpo. Fíbulo-talar | Uniaxial. |
Trocoídea (en pivote) | Codo (radio-ulna). Atlo-axoídea | Uniaxial. |
Gínglimo (troclear-en bisagra) | Fémoro-patelar. Interfalángicas | Uniaxial. |
Selar (en silla) | Trapecio-Metacarpo (Pulgar) | Bi-axial. |
Elipsoídea (condílea) | Radio-carpiana | Bi-axial |
Esferoídea (enartrosis) | Glenohumeral. Coxofemoral | Tri o multiaxial |
La articulaciones fibrosas son las más elementales. Las superficies articulares están unidas sólo por tejido conectivo denso y no presentan, por tanto, cartílago de superficie articular ni cavidad articular. El subtipo sutura se caracteriza por la brevedad y densidad del tejido conectivo interpuesto, que determina que ambas superficies articulares sean muy cercanas.
En el esqueleto adulto, las suturas son inmóviles. Según la forma en que se relacionan las superficies articulares, las suturas pueden ser de variedad armónica o plana (imagen 1), en que las superficies son márgenes rectilíneos; dentadas o aserradas (imagen 2), de superficies muy irregulares y cuyos bordes se engranan íntimamente entre sí; biseladas (imagen 3), en que ambas superficies son escamosas y se aponen inversamente en bisel; esquindilesis (imagen 4), en que una superficie presenta forma de cresta y se articula a otra superficie que le ofrece una incisura.
Las suturas están presentes exclusivamente en la cabeza ósea y representan el tejido conectivo persistente después de haber concluído el proceso de osificación membranosa aunque también existen suturas entre huesos de la base de cráneo que experimentan osificacion endocondral.
- Otro subtipo de articulación fibrosa es la sindesmosis, caracterizada por la existencia de tejido conectivo denso dispuesto a manera de membrana o ligamento ancho entre ambas superficies articulares.
- La separación entre ambas superficies es mayor y, por lo mismo, le confiere más movilidad.
- Se presentan preferentemente en la columna vertebral, donde los ligamentos interespinosos (imagen 5), intertransversos (imagen 6), amarillos (imagen 7), son ejemplos de sindesmosis, que unen partes de arcos vertebrales contiguos.
En particular, el ligamento amarillo es rico en fibras elásticas, condición que le da la coloración característica. También se hallan en miembros superiores en la articulación radioulnar diafisiaria (imagen 8) así como en miembros inferiores en la articulación tibiofibular.
- Un subtipo especial de articulación fibrosa es la gonfosis (imagen 9), caracterizada porque una de las superficies articulares se presenta a manera de clavija que encaja en una fosa.
- Es propia de las articulaciones alvéolo-dentarias, en que cada diente se fija a la mandíbula respectiva a través de un ligamento propio.
Tienen movimiento restringido. Las articulaciones cartilaginosas presentan como sustancia intermedia un tejido conectivo especial que puede corresponder a un cartílago hialino o fibrocartílago. Corresponden a articulaciones más complejas, que a su vez, implican mayor rango de movimiento.
- Las sincondrosis, catalogadas también como transitorias o primarias, presentan cartílago hialino interpuesto, el cual se osifica en determinadas edades de la vida, desapareciendo la articulación y experimentando un proceso de sinostosis.
- Se las encuentra en la unión de las esternebras que conforman el cuerpo del esternón, así como en las uniones del manubrio con el cuerpo y entre el cuerpo y el proceso xifoídeo del mismo hueso (imagen 10),
El mismo proceso experimentan las uniones de las vértebras sacras entre sí (imagen 11), Una presentación característica es la unión que se verifica entre epífisis y diáfisis de los huesos largos (imagen 12), así como algunas articulaciones entre huesos que constituyen la base de cráneo, como la articulación entre el cuerpo del esfenoides y la porción basilar del hueso occipital, que determina la formación anatómica denominada clivus.
- Otro subtipo de articulación de tipo cartilaginosa es la sínfisis, en la cuál el elemento de unión es un disco de fibrocartílago.
- Ambas superficies óseas presentan una lámina de cartílago hialino articular que las reviste, ubicándose entre ellas el disco de unión.
- Carecen de cavidad articular, pero pueden disponer de ligamentos de refuerzo.
Son poco móviles y están adaptadas especialmente para soportar presión. La articulación más característica de este subtipo son las intervertebrales (imagen 13), cuyo disco articular presenta una condición estructural que le es propia por la presencia del núcleo pulposo, vestigio embrionario de la notocorda.
La unión de las porciones púbicas del hueso coxal (imagen 14) también corresponden a este subtipo articular. Los discos de fibrocartílago que conforman las articulaciones intervertebrales son muy importantes en la dinámica y plasticidad necesarias inherentes a la función mecánica de la columna vertebral, determinando en parte la distribución de la energía que soportan (imagen 15),
Su metabolismo e histofisiología es fundamental en la preservación de las láminas conectivas y del núcleo pulposo así como en la hidratación del tejido que condiciona su grosor y, en consecuencia, la altura de la columna vertebral. El tercer tipo de articulaciones son las sinoviales.
- Corresponden a las más complejas y las de mayor rango de movilidad.
- El elemento central es la presencia de un tejido conectivo especializado denominado sinovial y la formación de un espacio entre las superficies articulares denominado cavidad articular o cavidad sinovial, que es lo que le da la característica morfológica a este tipo articular (imagen 16),
En este tipo de articulaciones existe una superficie articular más móvil o activa que la opuesta, considerándose esta última la superficie inmóvil o pasiva. Las superficies articulares están revestidas por una cutícula de cartílago hialino (imagen 17), el cuál tiene un aspecto muy característico al ser de superficie lisa, brillante y de color nacarado o celeste.
- Su espesor fluctúa entre 2 a 5 mms.
- Y carece de vasos sanguíneos y pericondrio.
- En el márgen donde el cartílago de superficie limita con el periostio, se implanta y fija la membrana sinovial, desde donde se extiende en forma ininterrumpida hasta el márgen condro-periostal de la superficie articular opuesta.
Esto determina la conformación de una cavidad cerrada, cuyas paredes la constituyen el cartílago hialino y la membrana sinovial (imagen 18), Los sinoviocitos, células especializadas del tejido sinovial, son las encargadas de sintetizar el líquido sinovial que ocupa la cavidad, lubricando y favoreciendo el deslizamiento entre ambas superficies articulares y dando la nutrición al cartílago de superficie.
Tiene aspecto de clara de huevo y se asemeja bastante a un ultrafiltrado de plasma sanguíneo. Sus propiedades físicas, químicas y citológicas son muy importantes para el diagnóstico de enfermedades locales y sistémicas. La membrana sinovial es muy vascularizada e inervada (imagen 19), Se pliega notablemente para ampliar su superficie secretora, pudiendo acumular tejido adiposo en ciertas zonas de ellas, conformando verdaderos cuerpos adiposos.
En la superficie de la membrana sinovial suelen constituirse vellosidades. En algunas articulaciones, esta membrana sinovial puede protruir externamente desde la cavidad articular y expandirse en la región periarticular para constituir bolsas sinoviales, cumpliendo funciones como estructuras anexas de los elementos músculo-tendinosos periarticulares (imagen 20),
La cavidad articular está delimitada por una cápsula articular que cumple funciones de protección, aislamiento y nutrición de las estructuras nobles de la misma. Esta cápsula presenta una capa externa, fibrosa y una capa interna, que corresponde a la membrana sinovial. La cápsula fibrosa es eminentemente mecánica y de estabilización de la articulación.
Su extensión depende de cada articulación, pudiendo ser laxa o más tensa; lo mismo en cuanto a su grosor, el cuál puede estar incrementado por elementos anexos a la articulación como tendones, engrosamientos de la fascia muscular o ligamentos que la refuerzan.
La cápsula fibrosa es menos vascularizada que la membrana sinovial, pero sí ricamente inervada, proporcionando aferencias somáticas generales como aferencias propioceptivas. Toda articulación sinovial presenta, por tanto, membrana sinovial, cavidad articular, líquido sinovial o articular, cápsula y ligamentos de refuerzo.
Existen dispositivos especiales característicos sólo de algunas articulaciones sinoviales, que reflejan un mayor grado de complejidad funcional. Es el caso de estructuras fibrocartilaginosas que adoptan diferente forma de acuerdo a la finalidad para la que están dispuestas; son los discos, labros y meniscos articulares.
Los discos (imagen 21) tienen forma de rodela homogénea de fibrocartílago, similares a los presentes en las sínfisis, pero que en estos casos están incluídos en la cavidad articular. Esta posición subdivide la cavidad en dos compartimientos sinoviales, convirtiéndola efectivamente en una doble articulación envuelta por una cápsula única.
Ejemplos característicos de este comportamiento son las articulaciones témporo-mandibular y acromioclavicular. Los labros articulares (imagen 22) son estructuras fibrocartilaginosas en forma de anillo, es decir, son ahuecados en su centro. Se disponen en los márgenes de algunas articulaciones, a manera de ceja o reborde, para ampliar la superficie de contacto entre ambas extremos articulares.
Se observan en las articulaciones glenohumeral y coxofemoral. Los meniscos (imagen 23) son anillos incompletos, más propiamente arcos o semianillos, que también cumplen la función de ampliación de las superficies de contacto y de mayor correspondencia entre ellas. Los más típicos se observan en la articulación de la rodilla.
En relación a los ligamentos, los hay de las más variadas características. Asumen diversas funciones, pudiendo ser de refuerzo, mientras otros dirigen o facilitan un movimiento actuando como guías y otros limitan los movimientos actuando como frenos. De acuerdo a su ubicación respecto a la cápsula fibrosa articular y la membrana sinovial, los elementos articulares se catalogan como intracapsulares, extracapsulares, intraarticulares (intrasinoviales) y extraarticulares (extrasinoviales).
El concepto de intraarticular (intrasinovial) se refiere a la ubicación de una estructura al interior de la cavidad articular; por tanto, incluido en y bañado por el líquido sinovial. Es, por consiguiente, al mismo tiempo, una estructura intracapsular. Los elementos intracapsulares son todos aquellos que están contenidos por la cápsula fibrosa, pero no necesariamente en el interior de la cavidad sinovial.
Así, por tanto, habrá estructuras que son intracapsulares y otras que son extracapsulares y, dependiendo de su relación con la cavidad articular y la membrana sinovial, serán intra o extrasinoviales. Por ejemplo, el ligamento de la cabeza femoral es intracapsular pero extraarticular (imagen 24), porque está revestido por la sinovial, dejándolo excluido de la cavidad articular.
Los ligamentos cruzados de la rodilla son intracapsulares y también extraarticulares (imagen 25), En cambio, los meniscos son estructuras intracapsulares e intraarticulares (imagen 26), ya que no están envueltos por sinovial sino que están en contacto directo con el líquido sinovial. De la misma manera, los ligamentos colaterales medial y lateral de la rodilla son estructuras extracapsulares y, por ende, extraarticulares (imagen 27),
La característica funcional de las articulaciones sinoviales está dada por su movilidad, cuya amplitud está determinada por factores como la mayor o menor dimensión de la cápsula, la presencia de ligamentos que favorecen o limitan ciertos movimientos, elementos blandos osteotendinosos que circundan la articulación, pero especialmente por la forma de las superficies óseas o cartilaginosas que articulan.
Estos factores determinan los ejes del espacio en que puede movilizarse una articulación, de tal manera que se identifican articulaciones uniaxiales, biaxiales o multiaxiales. Los movimientos que puede efectuar una articulación sinovial son de deslizamiento, extensión, flexión, abducción, aducción, rotación medial, rotación lateral, circunducción, protrusión, retrusión, diducción, pronación, supinación, inversión, eversión, entre otros.
La morfología de una articulación sinovial se relaciona estrechamente con el tipo de movimiento que puede efectuar y los ejes en que puede realizar sus movimientos. Basado especialmente en la forma de las superficies articulares, las articulaciones sinoviales se subdividen en los siguientes principales subtipos articulares, esferoídeas, elipsoídeas, gínglimos, trocoídeas, selares, planas.
- Las subtipos esferoídeas son las más complejas y móviles (imagen 28),
- Tienen superficie articular en forma de esfera o semiesfera.
- Amplio rango de movimiento, alcanzando la circunducción, con mayor o menor perfección.
- Son multiaxiales.
- El paradigma de este subtipo las constituyen las articulaciones del hombro y de la cadera.
En las elipsoídeas se complementan por un lado un cóndilo que es una cabeza imperfecta y, por otro, una superficie en forma de bandeja ovoídea que recibe al cóndilo (imagen 29), Tienen movimiento más limitado aunque siempre amplio. Son biaxiales, permitiéndose los movimientos de flexo-extensión y abducción-aducción.
- Ejemplo de éstas es la articulación radiocarpiana, entre el hueso radio y los huesos del carpo, escafoides y lunate.
- También corresponden a este subtipo las articulaciones metacarpofalángicas.
- Las subtipo gínglimo, antiguamente denominadas trocleares, asemejan sus superficies articulares a roldanas o engranajes, ya que, por un lado se presenta una superficie con una cresta intermedia que hace sobrerrelieve y, por el otro lado, una superficie con una incisura o valle que recibe a la cresta (imagen 30),
Esta disposición limita ciertamente el movimiento articular, pudiendo ejercerlo sólo a través de un eje (mono o uniaxiales) que pasa por el eje transverso del plano articular, permitiendo sólo movimientos e flexo-extensión. Por la morfología articular, es obvio que tiene restringidos los movimientos de lateralidad y rotatorios.
- Las articulaciones del subtipo trocoídeas son uniaxiales, ejerciendo su movimiento a través de un sólo eje que pasa por el eje longitudinal de la articulación.
- Una superficie adopta la forma de cilindro con superficie convexa y la otra superficie es lateral y cóncava que le corresponde.
- En una de ellas, como la articulación radio-ulnar proximal (imagen 31), es la superficie convexa la que se mueve a manera de un pivote en relación a la superficie cóncava que es pasiva.
En otra, como la articulación atlanto-axial mediana (imagen 32), es la superficie cóncava la que se moviliza y es rotatoria respecto de la superficie convexa, que en este caso es la parte pasiva. En ambas, el elemento que rota suele unirse al elemento pasivo mediante un ligamento anular.
Las articulaciones selares (en silla) derivan su nombre de su similitud con cierto tipo de silla de cabalgadura en que se presentan ambas superficies convexas en una dirección y cóncavas en otra dirección, pudiendo encajar recíprocamente. Esta disposición le proporciona mayor grado de libertad, pudiendo moverse en dos ejes (biaxiales).
Ejemplos de ella corresponden a la articulación trapeciometacarpiana (imagen 33) y otra articulación muy especial entre los cartílagos aritenoides y cricoides de la laringe (imagen 34), Ambas articulaciones son funcionalmente muy importantes, la primera porque permite la amplia movilidad característica del dedo pulgar y, la otra porque su movimiento permite la tensión o relajación de los pliegues vocales en la emisión de la voz.
- Otro ejemplo de este subtipo es la articulación entre los osículos malleus e incus del oído medio.
- Por último, las subtipo planas son las de menor rango de movimiento de las sinoviales.
- Presentan tan sólo movimientos de deslizamiento pero que, sin embargo, son en varios ejes, por lo que se las considera como multiaxiales.
Son características en las uniones de los arcos de vértebras contiguas, así como en las articulaciones que presentan las costillas con las vértebras y con los cartílagos costales. Son propias también entre los huesos del carpo y del tarso (imagen 35), necesarias para los cambios plásticos de la palma y la planta en los movimientos de prensión y de la marcha.
Siendo las sinoviales las articulaciones móviles por excelencia, están relacionadas especialmente al aparato locomotor. Por tanto, son las encargadas de experimentar los mayores cambios de posición y desplazamiento de diferentes segmentos del cuerpo humano. Esto se traduce en la ejecución de numerosos movimientos realizados en torno a múltiples ejes, pero que con fines académicos y prácticos se simplifican ejemplarizándolos en los tres principales ejes del espacio.
Se entiende por flexión el movimiento por el cuál se acercan dos caras o superficies de un segmento corporal, vulgarmente entendido como “doblar” un segmento respecto a otro; por ejemplo, la flexión del codo implica la disminución del ángulo entre la cara antebraquial y la cara braquial permitiendo su acercamiento.
- La extensión indica un aumento de dicho ángulo y, por tanto, una separación y alejamiento de las caras braquial y antebraquial.
- La flexión se entiende como una incurvación hacia anterior.
- Esta norma, sin embrago, no se cumple en el miembro inferior, donde la flexión de la rodilla consiste en una incurvación hacia posterior, de la misma manera que la flexión plantar.
Por aducción se entiende el movimiento mediante el cuál se efectúa un acercamiento de cierto segmento corporal en dirección al plano mediano. Por abducción, el movimiento inverso de alejamiento o separación del plano mediano. La rotación es el movimiento en relación al eje longitudinal de una articulación.
Puede ser rotación medial, cuando la cara anterior de un segmento corporal gira y mira hacia el plano mediano. Cuando esta rotación lleva a la cara anterior a mirar hacia lateral, se denomina rotación lateral. Cuando el segmento antebraquial rota hacia medial se designa específicamente como pronación, designándose como supinación al movimiento de rotación específico del antebrazo hacia lateral.
Otras formas de rotación especiales y propias referidas al pie son la inversión y la eversión. En la primera, se realiza un movimiento de giro del pie que lleva a la planta a mirar hacia el plano mediano. El movimiento opuesto de eversión, conduce a llevar la planta hacia lateral.
- Se entiende por circunducción al movimiento de la mayor amplitud por el cuál una articulación puede ejecutar un movimiento de amplitud de 360°.
- Este traduce la sumatoria de movimientos de flexo-extensión, abducción-aducción, rotación medial-lateral.
- Más restringidos son los términos que expresan movimientos referidos a la mandíbula, entendiendo por protrusión el movimiento por el cuál se avanza la mandíbula hacia anterior y retrusión el movimiento de retroceso por el cuál la mandíbula vuelve a su posición de reposo.
Descenso mandibular es el desplazamiento hacia inferior por el cuál se “abre la cavidad oral”. Diducción se denomina al movimiento de desplazamiento lateral de la mandíbula inferior, móvil y activa, respecto de la mandíbula superior, inmóvil y pasiva.
¿Cuáles son las articulaciones de las manos?
Descriptor en español: | Articulaciones de la Mano Español de España
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¿Cuál es la articulación de la rodilla?
Autor: Cinthia Serrano MD • Revisor: Marcell Laguna DDS Última revisión: 28 de Marzo de 2023 Tiempo de lectura: 32 minutos La articulación de la rodilla es una articulación sinovial que conecta tres huesos ; el fémur, la tibia y la patela, Es un gínglimo complejo compuesto por dos articulaciones; la articulación tibiofemoral y la articulación patelofemoral,
La articulación tibiofemoral como su nombre lo indica es la unión entre la tibia y el fémur, mientras que la articulación patelofemoral es la unión entre la patela y el fémur. La articulación de la rodilla es la articulación más grande y probablemente la que es sometida a mayor estrés en el cuerpo humano.
La disposición de los huesos en esta articulación proporciona un punto de apoyo que permite que las funciones de los músculos flexores y extensores de la rodilla sean desarrolladas. La distribución de los ligamentos extracapsulares e intracapsulares, así como las extensiones de músculos que cruzan la articulación, proporcionan la estabilidad tan necesaria que contrarresta el considerable estrés biomecánico que se ejerce sobre la articulación.
Debido a que esta articulación es de tipo gínglimo, permite principalmente movimientos a lo largo de un eje en términos de flexión y extensión en el plano sagital. También, permite una leve rotación medial durante la flexión y la última etapa de la extensión de la rodilla, así como una rotación lateral cuando “desbloquean” esta.
Este artículo estudiará la anatomía y composición de la rodilla, así como su función y algunas correlaciones clínicas.
Tipo | Articulación tibiofemoral: articulación sinovial de tipo gínglimo; uniaxial Articulación patelofemoral: articulación plana |
Caras articulares | Articulación tibiofemoral: cóndilos lateral y medial del fémur, carilla articular superior de la tibia (meseta tibial) Articulación patelofemoral: carilla patelar del fémur, cara posterior de la patela |
Ligamentos y meniscos | Ligamentos extracapsulares: ligamento patelar, retináculos patelares medial y lateral, ligamento colateral tibial (medial), ligamento colateral fibular (lateral), ligamento poplíteo oblicuo, ligamento poplíteo arcuato, ligamento anterolateral Ligamentos intracapsulares: ligamento cruzado anterior (LCA), ligamento cruzado posterior (LCP), menisco medial, menisco lateral |
Inervación | Nervio femoral (ramo para el músculo vasto medial, nervio safeno) nervios tibial y fibular (peroneo) común, división posterior del nervio obturador |
Irrigación | Ramas de la rodilla de la arteria circunfleja femoral lateral, de la arteria femoral, de la arteria tibial posterior, de la arteria tibial anterior y de la arteria poplítea |
Movimientos | Extensión, flexión, rotación medial, rotación lateral |