Para ser perdonados, debemos perdonar. – En vista de que el perdón es un requisito absoluto para lograr la vida eterna, el hombre naturalmente reflexiona: ¿Cuál es la mejor manera de obtener ese perdón? Uno de los muchos factores fundamentales se destaca de inmediato como indispensable: Uno debe perdonar para ser perdonado 3 .
- Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; ‘mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas’ (Mateo 6:14–15).
- ¿Difícil de hacer? Claro que sí.
- El Señor nunca prometió un camino fácil, ni un Evangelio simple, ni normas ni principios rebajados.
El precio es elevado, pero lo que se obtiene a cambio vale la pena. El Señor mismo ofreció la otra mejilla; soportó sin reproche que lo abofetearan y lo azotaran; sufrió toda indignidad y, sin embargo, no dejó escapar una palabra de condenación. Y la pregunta que nos hace a todos nosotros es: ‘Por lo tanto, ¿qué clase de hombres habéis de ser?’ Y la respuesta que nos da: ‘En verdad os digo, aun como yo soy’ (3 Nefi 27:27) 4 .
¿Que se entiende por Lucas 23 43?
1 Levantándose entonces toda la multitud de ellos, le llevaron a a Pilato .2 Y comenzaron a acusarle, diciendo: A este hemos hallado que pervierte a la nación y que prohíbe dar tributo a a César , diciendo que él es el Cristo, un b rey .3 Entonces Pilato le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y respondiéndole él, dijo: Tú lo dices.4 Y Pilato dijo a los principales sacerdotes y a la gente: Ninguna culpa hallo en este hombre.5 Pero ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.6 Entonces Pilato, al oír decir Galilea, preguntó si el hombre era galileo.7 Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, lo remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén.8 Y Herodes, al ver a Jesús, se alegró mucho, porque hacía mucho tiempo que deseaba verle; porque había oído acerca de él muchas cosas y tenía esperanzas de que le vería hacer algún a milagro .9 Y le preguntaba con muchas palabras, pero él a nada le respondió.10 Y estaban allí los principales sacerdotes y los a escribas acusándole con gran vehemencia.11 Entonces Herodes, con sus soldados, le menospreció y le a escarneció , vistiéndole con un manto espléndido; y volvió a enviarle a Pilato.12 Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel mismo día, porque antes estaban enemistados entre sí.13 Entonces Pilato, convocando a los principales sacerdotes, y a los oficiales y al pueblo, 14 les dijo: Me habéis presentado a este como un hombre que desvía al pueblo; y he aquí, habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado culpa alguna en este hombre de lo que le acusáis.15 Ni tampoco Herodes, porque os remití a él; y he aquí, ninguna cosa digna de muerte ha hecho.16 Le soltaré, pues, después de castigar le.17 Y tenía necesidad de a soltarles un preso en cada fiesta.18 Pero toda la multitud dio voces a una, diciendo: ¡Fuera con ese, y suéltanos a a Barrabás ! 19 (Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad y por un a homicidio ).20 Y les habló otra vez Pilato, queriendo soltar a Jesús.21 Pero ellos volvieron a dar voces, diciendo: ¡ a Crucifícale , crucifícale! 22 Y él les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho este? a Ninguna culpa de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré.23 Mas ellos insistían a grandes voces, pidiendo que fuese a crucificado .
Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron.24 Entonces Pilato determinó que se hiciese lo que ellos a pedían .25 Y les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y a homicidio , a quien habían pedido; y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.26 Y, al llevarle, tomaron a un tal Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús.27 Y le seguía una gran multitud del pueblo, y de mujeres que lloraban y hacían lamentación por él.28 Mas Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: Hijas de a Jerusalén , no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos, 29 porque he aquí vendrán días en que dirán: Bienaventuradas las a estériles , y los vientres que no concibieron y los pechos que no criaron.30 Entonces comenzarán a decir a los a montes : Caed sobre nosotros, y a los collados: Cubridnos, 31 porque si en el a árbol verde hacen estas cosas, ¿en el seco, qué no se b hará ? 32 Y llevaban también con él a otros dos, que eran a malhechores , para ser ejecutados.33 Y cuando llegaron al lugar que se llama de la a Calavera , le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda.34 Y Jesús decía: Padre, a perdónalos , porque no saben lo que b hacen .
Y repartieron entre sí sus c vestidos , echando suertes.35 Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes a se burlaban de él junto con ellos, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el b Mesías , el escogido de Dios.36 También los soldados se burlaban de él, acercándose y ofreciéndole a vinagre , 37 y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.38 Y había también sobre él un título escrito con letras griegas, y latinas y hebreas: Este es el a Rey de los judíos .39 Y uno de los malhechores que estaban colgados a le injuriaba , diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.40 Y respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41 Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos a lo que merecieron nuestros hechos; pero este ningún mal hizo.42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el a paraíso .44 Y cuando era como la hora sexta, hubo a tinieblas sobre toda la b tierra hasta la hora novena.45 Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por en medio.46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi a espíritu .